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La lucha contra varones y "barones"

El acceso de la mujer a cargos de poder a través de una ley de cuotas o discriminación positiva está en discusión.

30 de Septiembre de 2005 | 17:19 |
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El anuncio de Michelle Bachelet en cuanto a que en su gabinete habrá paridad de sexo, o sea, igual cantidad de ministras que ministros alegra a muchos, sorprende a otros, hace que algunos se muestren escépticos, otros críticos y los más, se cuestionan si ello es posible.

La paridad en cargos políticos y de representación popular está en la agenda pública y por eso fue tema debatido, en el marco de un panel de la CEPAL, por las diputadas Isabel Allende (PS) y María Antonieta Saa (PPD) y el secretario general de RN, Cristián Monckeberg, quienes se llevaron más de una sorpresa.

La primera fue la confesión del único varón en la mesa. Después que ambas parlamentarias expusieron respecto a la realidad que les ha tocado enfrentar en sus propios partidos para conseguir un lugar tanto en las mesas directivas, como en los cupos electorales, Monckeberg no pudo evitarlo y afirmó: "Es espeluznante escuchar las historias de las diputadas; si yo fuera mujer, habría salido arrancando. Pero ellas se merecen estar en política por su gran capacidad, más que por una cuota".

La segunda también provino del secretario general de RN, quien reconoció que después de escuchar los argumentos, se abría a la posibilidad de estudiar el tema. Sostuvo que su posición inicial era contraria, pero ahí dijo no negarse a la alternativa de debatir una ley de cuotas para las mujeres, especialmente si se considera que el 53,58 por ciento de los votantes corresponden al sexo femenino.

La tercera, también de él, fue que confesara que los políticos tradicionales le tienen temor a competir con las mujeres, "porque, además de estar muy bien preparadas, tienen una serie de condiciones que los varones no poseemos".

Isabel Allende, una de las gestoras del proyecto de ley de cuotas que duerme en el Congreso, acusó al sistema binominal de convertirse en "una verdadera camisa de fuerza" que vuelve más severa la desigualdad entre los sexos porque cuando los partidos políticos elaboran sus plantillas electorales restringidos a un candidato, priorizan a los hombres.

Agregó que a pesar que en el PS existe una norma de que ningún órgano partidario puede tener menos del 30 % de mujeres, ella es la única representante en la mesa directiva, que son 12 cargos.

"El oficio político es muy duro, por eso entiendo que las mujeres no quieran participar; especialmente porque en los partidos existen dos fuertes tendencias: los varones y los barones, estos últimos son los dueños del poder", aseguró.

Planteó que los partidos dicen no elegir mujeres porque no tienen experiencia,"¿Y si no son electas, cómo van a tener experiencia? Se convierte en un círculo difícil de abrir".

María Antonieta Saa planteó que una ley de paridad es "la democracia misma, ya que más de la mitad de los ciudadanos son mujeres". Según ella, las mujeres cambian la política, no sólo por una cuestión de estilo, sino al "desacralizarla".

Explicó que para los hombres la política es un tesoro que los enaltece a ellos como personas; en cambio, para las mujeres (y también para los más jóvenes) ésta se pone al servicio de las personas. "Por eso, somos necesarias, porque somos cercanas, estamos en sintonía con la sociedad, la escuchamos, la entendemos y la representamos", dijo.

Insistió en la necesidad de provocar el cambio desde dentro, militando en los partidos políticos y creando alianzas entre las mujeres de todos los sectores y estamentos del país.

Varias exponentes extranjeras, que participaron de un panel previo, defendieron la ley de paridad, pero comentaron que, pese a que produce un avance, no es todo lo efectiva que se pueda creer, principalmente porque "siempre se encuentra el resquicio para doblarle la mano".
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