EMOLTV

La pasión por el deber que siente de masificar el golf

Disfruta con su profesión y tiene asumidos todos los costos. Entre ellos, no darle prioridad a encontrar una pareja hoy y pasar más tiempo del que quisiera fuera de Chile, perdiéndose esos momentos en que la necesitan.

19 de Enero de 2006 | 10:02 |
imagen
Es pura energía y si a eso se le suma el relajo con que se mueve por la vida, pasa a ser una persona atrayente. Verla posar para las fotografías, con el estilo de una modelo profesional comprueba lo anterior.

Y además, no se complica frente a las imágenes que proyecta. En su carro de golf, sus dos maderas están cubiertas por unos llamativos peluches del gato Garfield y el marinero Popeye, que reemplazaron al canario Piolín y a la Pantera Rosa.

Nicole Perrot va a cumplir 22 años en diciembre, pero ya entró en los anales del deporte chileno como la mejor golfista profesional que haya tenido el país a nivel mundial. En términos de ranking es número 31 y sólo durante el año 2005 se ha embolsado 330 mil dólares, una cifra nada de despreciable.

Para quienes juegan golf, decir que tiene handicap -1 es un error imperdonable porque oficialmente no tiene, pero para quienes no saben nada de este deporte, se podría señalar que hace los 18 hoyos de una cancha en los palos (golpes hasta acertar la pelota en un hoyo) que ésta tiene prefijado y la mayor de las veces, en menos.

Sus primeros palos fueron plásticos y con ellos jugaba en el pasillo de su casa, pese al horror de su madre que veía como rompía cosas. “Era clásico verme con el palo y el tuto hasta como a los diez años”, dice entre risas.

A los 4 años ya estaba en una cancha y a los 8, en su primer Sudamericano. El impulso: toda una familia deportista, pero especialmente, su hermano mayor Raúl, con quien la separan 10 años, que destacó a nivel amateur y que hoy cumple las funciones de manager.

-¿En qué momento tu handicap fue mejor que el de tu padre? ¿No quiso jugar más contigo después de eso?
“Como a los doce años, chica. Y no le pasó nada porque siempre tomaba todo en forma positiva”.

-¿Y Raúl?
“Es que mi hermano lo dejó (el golf), se enojó porque se quedó repitiendo en el colegio y no siguió más. De repente jugamos acá, pero se frustra porque ni juega nada, tiene muchas cuestiones que hacer”.

-¿En qué momento supiste que el golf era lo que querías?
“Es divertido, a los 5 años. Con vestido y palos le decía a mi mamá yo quiero estar ahí, quiero jugar, quiero estar en un tour”.

-¿Nunca dudaste?
“Cuando chica me gustaba mucho el tenis y en un minuto no sabía que onda me pasaba con los dos deportes y me confundí un poco, pero, después, siempre supe que el golf era lo mío. Además, siempre se me hizo tan difícil hacer lo que quería hacer que fue como un desafío.
“Yo quería, a los 15 años, ir a terminar el colegio afuera y no me dejaron; para mi mamá el tema era complicado. Ellos siempre me apoyaron, pero nunca me la hicieron fácil, me decían si querís jugar golf, estudia.

Si bien estudió en el colegio Saint Margaret de Viña del Mar, los dos últimos años de media los hizo en el colegio para deportistas de Santiago, ASC, por el cual han pasado muchos top one.

Y aunque sus padres la acompañaban a los campeonatos, también la forzaban a vivir las cosas propias de cada edad. “Y yo no estaba ni ahí”.

-¿Tus padres eran más realistas y veían que de esto no ibas a poder vivir?
“No, para nada, ellos nunca se metieron y yo no lo habría permitido. Pero en esta sociedad, los padres no están acostumbrados a que sus hijos les digan me quiero dedicar al fútbol… te abren los ojos así (hace el gesto con los suyos)”.

-O sea, en Chile se ve al deporte como hobby.
“Sí, porque no hay cultura deportiva. Tú nunca ves que en el colegio alguien diga vamos a ver un partido de béisbol, simplemente no cachan nada”.

-Elegiste un deporte en solitario, no necesita de un equipo y no dependes de otros, ¿eso se debe a tu personalidad?
“Creo que el golf es un deporte muy parecido a la vida, creo que el que toma mejores decisiones, gana. Y en el golf estás todo el rato tomando decisiones. Al igual que el tenis, es súper individualista, porque es uno el que corta el queque de todo.
“Encuentro heavy aprender a conocerse a fondo; en el golf uno nunca pierde la capacidad de sorprenderse de las cosas y de uno mismo y creo que vivir la vida de esa manera es increíble. Uno nunca debe perder la capacidad de asombro, porque ahí hay pasión, magia; hay tantas cosas ricas que lo encuentro increíble.
“Creo que el golf es un deporte de momentos, la vida es de momentos. Es como tú dices te acordai cuando estábamos ahí y nos matamos de la risa; en el golf tú construyes momentos”.

-¿No se te hizo cuesta arriba que sea un deporte más de hombres? Son muchas menos las mujeres en el circuito.
“Es que el deporte, en general y a nivel mundial, está mirado masculinamente. O sea, no es sólo el golf; el tenis ha cambiado recién ahora último. Y en Chile es más; no creo que el golf sea machista, eso no tiene nada que ver, la femineidad se la pone uno; creo que uno define el deporte según lo que es.
“Ahora, obvio que el que sean más hombres lo hace más difícil, pero pasa por un cuento de atreverse”.

-¿Y te has sentido discriminada?
“Afuera, cero, pero acá, en este país, sí. Es mirado en menos por ser mujer y no le dan tanta importancia como a los hombres. Pero hay que mirarlo en forma positiva, porque en el fondo soy un ejemplo; hay una parte que desarrollar y el hecho de ser mujer es un atributo que hay que potenciar”.

-En Chile, el golf femenino no existiría si no fuera por Nicole Perrot. ¿Qué te genera eso?
“Siento que tengo un deber que me apasiona y que hace distinto todo. Tengo un deber: yo, mujer, deportista, chilena, tengo que dejar una imagen afuera y crearla en Chile. Creo que yo puedo abrirle esa puerta a la niñita que recién me dijo oye Nicole, me puedo sacar una foto contigo, para que no crea que el golf es una cuestión inalcanzable. Hay que romper con esa imagen que tiene el golf, y nos hacen falta líderes”.

-A los ídolos los ven inalcanzables, pero también los destruyen.
“Tengo asumido que este país siempre va a ser así; en el fondo, cuando estás arriba bien y cuando te va mal, perdís, porque así somos. Es una cuestión que asumes o no y creo que en la vida hay que ser prácticos”.

-¿En ningún momento sientes que te están pidiendo demasiado?
“Para nada, tiene que ver mucho con el interés que tengo. O sea, yo podría pescar mis cosas y mandarme cambiar, pero para mí esto no es un peso. Siento que si no lo hago yo, de verdad, no lo hace nadie y ¡qué lata!”.

-Parece que los desafíos te motivan en vez de achacarte.
“Siempre me ha gustado lo difícil. Si me dijeran comadre, vai a ganar todo el resto de vida, ¡No!, chao. Creo que el no saber es lo que me hace levantarme todos los días; si todo fuera tan fácil, ¡qué lata!
“Es como lo que me pasa en las relaciones; me tiene que tratar pésimo para que lo pesque al pobre. Guatas de lijas si que no (entre carcajadas)”.

-O sea, ¿los sacrificios los tienes asumidos?
“Súper asumidos, pero los aprendí a disfrutar con los años; todos los sacrificios deportivos son como parte de mí. Soy súper emocional, tengo a mi gente y la cuido porque creo que va a estar siempre al lado mío. Mi núcleo no me lo toca nadie, mi familia, mis amigos son fundamentales”.

Nicole Perrot ha hecho una carrera meteórica. El año 1991 ganó el campeonato juvenil amateur más importante lo que la clasificó para el USA Women Amateur donde salió subcampeona. De ahí, no ha parado; el 2002 pasó al circuito profesional y dos años más tarde quedó tercera en el “Futures Tour” que le permitió este año jugar en las ligas mayores, en el LPGA, que comprende los cuatro torneos más importantes: Nabisco, Mc Donald´s, USA Women Open y el British Open.

Llevada al campo de las proyecciones, esta joven, simplemente, se niega a especular. “En el deporte uno sólo tiene que jugar, el golf siempre te tira el cable a tierra en términos de que ahí calladito, no más y por eso, no me gusta hablar de resultados.

-¿Pero metas te pondrás?
“Siempre supe que éste iba a ser un año intenso. Nunca me he parado en un campeonato –porque si no no me paro- pensando que no puedo ganar. El golf es más difícil que en el tenis, porque aquí somos las 150 primeras y después no hay más y para poder entrar ahí, es horrorosamente difícil.
“Tengo metas a corto y largo plazo, pero es llegar a la excelencia”.

-¿Qué te provoca ser la única figura chilena que destaca en golf, incluidos los hombres?
“Me carga decirlo pero el golf masculino acá (se calla, hace muecas). No sé como decirlo (y se ríe) para que no suene feo”.

“No ando buscando pareja, estoy demasiado preocupada de mi desarrollo profesional”

“Me pones en un bosque más de una semana y me muero”
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?