EMOLTV

“Lo único que quería era demostrar que era un gallo hábil y capo”

28 de Diciembre de 2005 | 13:38 |
imagen
Es hiperkinético. Definitivamente le faltaron esas dosis de Ritalín que no se quiso tomar. Corre con las palabras, se atropella solo a gran velocidad y casi no es necesario hacerle preguntas porque cuenta las historias, de corrido; se adelanta.

Es más bien bajo, pero se mueve con tanta rapidez que atrae sólo por el hecho que permanentemente desaparece y uno se cuestiona cómo y por dónde se fue.

-¿La gastronomía está de moda?
“Estuvo un tiempo de moda porque los cabros encontraron que era una alternativa fácil de poder tener un título, de estudiar sin ir a la universidad, es una carrera corta que dura dos años y no es necesario estar sentado todo el día en una sala. Pero en eso está el error, la gente cree que uno no tiene que pensar y si estudias en cualquier escuela, ya sea Inacap o Le Maitrés, después tienes que salir al extranjero a abrir los ojitos.
“Hay que ir a hacer un curso, por lo menos, a Perú o Argentina y de ahí para arriba. Hay que cumplir un ciclo de cinco años de especialización, no es llegar e instalarse con un local. La gente cree que porque estudia cocina, sus viejos tienen buena situación, le ponen un restorán y sale en la tele, están listos y son famosos.
“Hay que pelarlas. Yo estuve cuatro años en TV. por los aplausos”.

-¿Cómo enfrentaste el prejuicio que había sobre esta profesión? Que era de homosexuales o de bajo nivel social. Tú hablas de cocinero y te da lo mismo y otros hablan de chef.
“En medicina, uno se recibe de cirujano, pero eso no lo hace ni cardiólogo ni cirujano plástico, tiene que hacer una especialidad. En esto, uno se recibe de cocinero y de ahí para adelante vienen años de estudio, experiencia, trabajo, libros y viajes para aprender.
“Me han dicho miles de veces cocinero y me da lo mismo. Hay gente que cree que el éxito de la vida está en ser abogado, ingeniero o doctor o tener una empresa y el mejor auto. Creo que están equivocados. No es que no l0 vea en mi vida, pero tengo claro que en la vida hay cosas más importantes que las lucas”.

-¿Cómo se enfrentan los fracasos, haber quebrado?
“Creo que eso es parte del proceso de aprender, de la inexperiencia que uno tiene. Uno es cabro y peca, a veces, de cosas como querer cerrar luego el negocio o demostrar a todo el mundo de que podía ser exitoso.
“Este es un tema que he conversado con un psicólogo y me emociona; yo quise demostrarle a mi familia, a mis amigos, a todos, que iba a ser exitoso como cocinero, que no era el weón penca que no había estudiado nada. Para mí fue súper duro, desde que volví de EE.UU. lo único que quería era armar cosas y demostrar que era un gallo igual de hábil y capo que mi hermano”.

Esa energía que tiene le permite en la actualidad estar presente en su restorán a la hora de comidas y en el canal 13 durante casi dos horas en la mañana. Además, junto a Falabella, tiene su “Cocina Móvil” que es un carro completo que le permite hacer clases en cualquier parte; esto último además, le permite hacer promociones y lanzamientos de nuevos productos.

También hace talleres en su restorán –en un lugar especialmente habilitado- para grupos de personas de alguna empresa que contrata sus servicios. Las clases duran casi tres horas y enseña platos fáciles.

¿Es bueno ligar el rostro a una marca o restringes tus opciones?
“Es que en esto, como en otras cosas, la forma de proceder no está escrito. Soy padre de dos niños y nadie me ha dicho cómo tengo que criarlos o enseñarlos. Pasa lo mismo con la carrera; uno aspira a tener un restorán y ser un buen cocinero y en lo otro vas experimentando.
“Muchos se marean en esto. De repente viene una empresa y te ofrece ser rostro y no te imaginai la cantidad de lucas que te ofrecen por un año… Y así aparecen los mananger, gente que quiere manejar tu vida y contratos publicitarios y yo digo no soy ninguna estrella, yo manejaré mis negociaciones y se me equivoco, me equivoco”.

-¿Tu meta es tener una escuela de cocina?
“Vamos por parte, tengo demasiadas cosas”.

Rodrigo asegura que no hay ningún ingrediente que no prepare y que al contrario de lo que se piensa, mientras más casero, mejor. Se mueve por casi todas las cocinas internacionales, incluida la brasilera, indú, china, francesa y varias otras europeas.

-O sea, te mueves de lo más sofisticado a lo más simple.
“Sí, hago de todo y si no sé, aprendo; de hecho quiero saber más de comida árabe. Uno en la vida tiene que aprender a manejarse en todo tipo de área, hacer clases de cocina para gente humilde, a beneficencia, para clase media y para adinerados, que son los más desagradables porque se las saben todas.
“En la cocina hay que ser igual, hay que saber hacer un huevo duro a manejar el mejor caviar traído de Rusia”.

-¿Cómo se aprende? ¿Viajas?
“Esa es la idea, pero si no buscó en Internet, contacto a la gente que sabe.; llamo. No tengo problemas en decir no sé.

-Debe ser difícil servirle un plato de comida a Rodrigo Barañao.
“Al contrario, mientras sencillo, mejor. Yo como ensaladitas, carne”.

-¿Se tiene amigos en el gremio?
“Sí, pero hay algo que me decepcionada cada día más”.

-¿Qué?
“Que está lleno de huevones envidiosos. Esto es muy chaquetero, te tiran pa´ abajo. El otro día me encontré con un amigo y que me dijo supe que tu negocio estaba quebrado y empiezan así a sembrar cizaña.
“Ahora, yo estoy operado. No me meto en cagüines. Cuando me dicen que ése (yo) tiene que tomar algo porque anda todo el día embalado no engancho; tengo un ají en el poto, tengo la gran suerte de tener una energía inagotable”.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?