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Masajes de relajación: Una dosis de energía para terminar el año

Ciertos factores ayudan a que este tipo de tratamientos cumplan su objetivo. Conózcalos aquí.

14 de Septiembre de 2010 | 17:54 | Por M. Francisca Prieto
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Carla Dannemann, El Mercurio
"Se nos fue el año". Es común escuchar ese comentario cuando se termina agosto y se avecinan los meses que para muchos son los más intensos, por la gran cantidad de actividades de todo tipo que se concentran en ellos.

Por eso, una buena manera de prepararse para hacer frente a esos agitados días es abandonarse en las manos de una especialista y disfrutar de un grato masaje de relajación.

Dinelli Victoriano, cosmetóloga y esteticista del Spa One & Only, explica que el objetivo de ese tipo de tratamientos es lograr que la persona se desconecte, mejore su irrigación sanguínea y, por ende, se relaje.

“La idea es que la persona salga del estado normal”, afirma.

Este recinto trabaja con el concepto de los sentidos, por lo que los masajes se realizan con la ayuda de aromas y música adecuada. Así, el tratamiento comienza con la aplicación de un aceite de almendras sobre la piel de la zona a tratar, al tiempo que en la sala se esparcen esencias aromáticas destinadas a equilibrar, energizar o relajar.

“Se pide a la persona que inhale tres veces por la nariz y bote el aire por la boca”, explica la cosmetóloga.

Primero se trabaja con un roce de relajación, recorriendo espalda, cuello y brazos con un masaje semi-profundo, y utilizando la técnica dígito-palmar. También se pasa por los omóplatos y la zona cervical, “una de las que normalmente está más adolorida por el estrés del trabajo”, sostiene Victoriano.

El área vertebral y lumbar se masajea con los nudillos, sin ejercer demasiada fuerza. En el caso de la columna -aclara la esteticista-, ésta siempre se trata por los costados y nunca por encima. “La columna se suelta un poco con movimientos giratorios y un poco de presión”, explica.

La zona del músculo trapecio es la que generalmente presenta más contracción, por lo que también se incluye en el masaje. Lo mismo que el área alta de los glúteos, donde a veces se refleja el cansancio.

El sector bajo del cráneo se trabaja de manera digital y los brazos cada uno por separado. No se olvidan las manos -“un punto muy importante, porque también relajan bastante”, asegura la cosmetóloga-, en cuyo caso cada dedo se elonga de manera suave.

Además de manos, dedos y nudillos, la especialista también puede utilizar su antebrazo para realizar el masaje. “Es una maniobra que la verdad se siente muy bien”, afirma Dinelli Victoriano.

El tratamiento termina recorriendo la zona con un pequeño roce y quitando poco a poco la presión.

10 claves para quedar realmente relajados

Para que el masaje sea verdaderamente relajante e inolvidable, no sólo bastan las “manos de ángel” de la especialista. También hay que tener en cuenta una serie de factores que influyen directamente sobre el resultado del tratamiento. Aquí van algunos:

1.- Temperatura ambiental: A medida que el cuerpo se relaja la presión sanguínea tiende a bajar, por lo que la persona que disfruta del masaje puede comenzar a sentir frío. Por eso, es importante que en la sala haya entre 27 y 30 grados, así como también que la camilla donde se realiza el tratamiento esté temperada. Es recomendable instalar un cojín de semillas calientes sobre los pies para que no se enfríen y, además, cubrir con una sábana de algodón la zona del cuerpo que no está siendo trabajada.

2.- Luminosidad: La luz del lugar donde se lleva a cabo el masaje debe ser tenue. En el Spa One & Only se apagan todas las luces y sólo se deja encendida una pequeña lámpara de sal que -según explica Vinelli Victoriano- ayuda a capturar las “malas vibras”.

3.- Aroma y sonido: El uso de esencias aromáticas para ambientar la sala es fundamental, así como también la música que acompaña el masaje. Lo ideal es que esta última tenga sonidos naturales, como caídas de agua o melodías de aves. “(La música) tiene que ser netamente de relajación, a un volumen adecuado que no altere a la persona a la que se le está haciendo el masaje”, afirma la esteticista.

4.- Presión: Al realizar un tratamiento de relajación, la especialista debe ejercer una presión semi-profunda pero no superficial, ya que de lo contrario la persona sentirá que sólo le están acariciando su piel.

5.- Coordinación: Es importante que el masaje sea armónico y nunca a una velocidad acelerada. De ser así, en lugar de relajar a la persona, el tratamiento la va a alterar. Asimismo, debe cubrir todo el cuerpo.

6.- Contacto: La cosmetóloga o esteticista siempre debe estar en contacto con la persona a la que le está realizando el masaje, es decir, en ningún momento debe dejar de tocarla.

7.- Prevención: Al hacer el tratamiento boca abajo, los pies deben instalarse sobre una almohada para evitar calambres. Al voltearse, ésta debe ser ubicada debajo de las rodillas para prevenir dolores lumbares.

8.- Duración: Un tratamiento de relajación debería extenderse, como mínimo, por 30 minutos. Sin embargo, para que el objetivo de relajar a la persona y trabajar el cuerpo completo se logre, lo ideal es que su duración sea de una hora.

9.- Descanso: Una vez terminado el masaje, la persona debe permanecer recostada sobre la camilla durante algunos minutos, mientras que la luz de la sala comienza a aumentar poco a poco. Asimismo, la calefacción debe apagarse para evitar los cambios bruscos de temperatura.

10.- Limpieza: Ducharse o no después del masaje es opcional. Hay quienes prefieren quedarse con el aceite que se aplica en el cuerpo al comienzo del tratamiento y así hidratar más su piel. Otros, en cambio, optan por quitárselo y a la vez “despertarse” del masaje con el agua de la ducha.

¿Quiénes no deben hacerse un masaje de relación?
Aunque en general todas las personas son aptas para disfrutar de un tratamiento de relajación, hay algunas que deben tomar ciertas precauciones.

1.- Embarazadas: Debe evitarlos sobre todo durante los tres primeros meses de gestación. Según explica Vinelli Victoriano, durante este tipo de masajes se presionan puntos claves ubicados en la espalda o los pies, lo que eventualmente puede causar pérdidas. Una vez pasado el período de riesgo, las futuras madres pueden hacerse un masaje pero con técnicas y posiciones especiales.

2.- Personas con presión alta o bypass: También deben tener cuidado, ya que si permanecen mucho tiempo recostados al levantarse pueden sufrir mareos.

3.- Enfermos de cáncer: Por ningún motivo deberían hacerse uno, ya que los masajes activan la circulación y con ello las células malignas podrían movilizarse hacia otras partes del cuerpo.
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