SANTIAGO.- Cuando se habla de desperdicio de alimentos, los dedos apuntan a toda la cadena productiva: desde los agricultores hasta los consumidores finales, pasando por los almacenes pequeños y las cadenas de retail. Todos estos sectores están implicados y, de acuerdo a los debates que se están abriendo en todo el mundo, todos coinciden en señalar la necesidad de parar el descarte de comida desde una perspectiva multidisciplinaria. Te contamos algunos datos respecto a este fenónemo:
1.- Un tercio de la comida...
Así de tajante: Uno de cada tres platos de comida va directo a la basura. De acuerdo a un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, en el mundo se pierde o desperdicia un tercio de los alimentos producidos cada año para el consumo humano, aproximadamente 1.300 millones de toneladas.
Los países que más pierden comida son: España, Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia.
2.- Botamos más del 5% de todos los alimentos que compramos
Según datos de la industria, cada semana van a la basura 1,3 kilos de alimentos por hogar en el planeta, es decir, el 5,1% de todos los alimentos que se compran.
3.- Lo que más se pierde: Alimentos no procesados
Ocho de cada diez hogares botan comida a la basura. Esto, de acuerdo con el estudio del ministerio de Agricultura español publicado el pasado enero. En ellos, lo que más se desecha (el 85,6%) son productos sin elaborar, es decir: vegetales, carnes y lácteos que no alcalzaron a ser procesados en las cocinas de nuestros hogares.
Una de las razones que se atribuyen a este fenómeno es que quizá los consumidores desconocen que no todas las hortalizas feas están malas, que con fruta muy madura se pueden hacer mermeladas o compotas y que con el pan duro (aparte de tostadas) se puede preparar comidas apanadas.
Fruta, pan y verduras son, en este mismo orden, los alimentos que más se desechan en los hogares.
4.- Los por qué este despilfarro
- El 72% de los consumidores reconoce que bota alimentos por no organizar bien sus compras.
- El 50% porque se olvida de congelar ciertos productos, que permanecen en el refrigerador hasta que se echan a perder.
- El 37% bota sobras, ya sea directamente del plato o tras haber pasado (sin éxito) por el refrigerador.
5.- Cómo enfrentar esta crisis
Para hacer frente a este fenómeno, los expertos recomiendan, en primer lugar, hacer un examen de conciencia y auto evaluación. Una vez el consumidor sea consciente de lo que desperdicia, debe tomar medidas. Por ejemplo:
- Elaborar una lista de compras planificada en base a un menú semanal.
- No dejarse llevar por las ofertas del tipo 3x2, con las que se tiende a comprar en exceso.
- No ir al supermercado con hambre.
- No guiarse sólo por la estética de los productos. “Los tomates menos rojos no son menos buenos”, recuerda Gemma Trigueros, experta en nutrición.
- Ser creativos en la cocina. Trigueros anima a recuperar “las política de aprovechar todo de las abuelas: las croquetas, las sopas, la salsa verde”.
- Si es posible, recurrir a la atención personalizada en el comercio. “Si acudes a la verdulería del barrio, el dueño te puede regalar las zanahorias feas como se hacía antes”, comenta la experta. También existen iniciativas para acercar a productores y consumidores sin necesidad de intermediarios.
- Consumir lo que lleve más tiempo comprado. Es decir, poner los yogures más nuevos al fondo y comerse primero los más antiguos.
