Pesa tu vida: ¡No pierdan más tiempo y saquen afuera el valor!

Hace unos días atrás fue 14 de febrero, el famoso día de San Valentín. Yo me encontraba en Hoi An, también conocida como la Venecia de Asia o la ciudad de las hadas, y créanme que cualquier calificativo no le hace justicia. Es un pueblito lleno de luces que recargan el alma y el corazón de cualquiera.

Con el trajín del viaje ni siquiera me había acordado del Día del Amor. Pero esa noche Hoi An estaba en encendida, mágica e inundada de corazones. Viví un 14 de febrero diferente, lleno de locura, amor y lejos de mis seres queridos, pero que me ayudó a darme cuenta -primero- que el hogar está donde está tu corazón, que en mi caso es con quienes amo. Y -segundo- que sin valor difícilmente se puede tener amor.

El valor me hizo emprender este viaje, me hizo crecer y me hizo lograr salir de una enfermedad que me tenía catapultada con una anorexia de por vida. Por qué tuve valor para decidir con amor.

Quizás piensan que es fácil hablar cuando ya se vivió, pero no es así ya que muchas veces me piden consejos que no tengo. ¿Cómo lo hiciste? ¿Qué te motivó a cambiar? Hoy tengo la respuesta: los años con anorexia fueron dolorosos pero cómodos, era vivir en una burbuja. Mi mundo se reducía a ser un ente, que no tenía que decidir, que solo seguía instrucciones esperando la próxima receta y medicación, y que no tenía voluntad ni motivación. Era fácil vivir así, porque en realidad no era vivir. No me hacía cargo de nada, ni si quiera de mi propia vida.


Hasta que un día me cansé, dije "no más" y tuve el valor de vivir fuera de esa burbuja y de desarrollar mis habilidades al máximo, porque sabía que quería conocer el mundo y eso solo lo iba conseguir si tenía el valor de salir afuera.

Dolió y costó, pero por Dios que valió la pena. Hoy tengo una satisfacción enorme, ya que lo que hace un mes creía que era mi mundo, hoy sé que es mucho más que eso, es mucho más de lo que vemos y creemos.