Chris junto a su hijo Charlie. La pareja publica con frecuencia fotografías de su hijo en Facebook, donde sus seguidores les manifiestan su apoyo incondicional.
Facebook / Charlie Gards Fight
SANTIAGO.- Un nuevo revés judicial sufrieron hoy Chris y Connie Gard, los padres del pequeño Charlie, quien a sus nueve meses de vida padece una rara condición genética que no tiene cura. Los padres del niño recibieron hoy la terrible noticia de que la apelación que presentaron para intentar salvar la vida de su hijo, fue rechazada por los tres jueces que vieron el caso, los que respaldaron la decisión adoptada en abril pasado por un magistrado del Tribunal Supremo de Londres.
Se trata de un caso dramático, que ha sido seguido por medios de todo el mundo. Charlie sufre una enfermedad que hace que sus órganos y músculos se debiliten progresivamente. Desde hace meses está internado en el hospital Great Ormond Street y los especialistas que lo tratan aseguran que su condición es tan precaria, que no puede ver, oír o moverse.
Por esta razón, los médicos solicitaron a la Justicia británica que los autorizara a desconectar al niño de los aparatos que lo mantienen con vida, algo a lo que sus padres se oponen terminantemente, ya que están convencidos de que un tratamiento pionero que les ofreció un médico estadounidense, salvará la vida de su hijo.
Tras escuchar numerosos testimonios y puntos de vista sobre el caso, el 11 de abril pasado el juez Justice Francis resolvió que a Charlie se le debe permitir morir con dignidad, por lo que ordenó que le fuera retirado todo tratamiento, a excepción del cuidado paliativo.
Devastados por la noticia, Chris y Connie anunciaron de inmediato que harían lo necesario por revertir la decisión del magistrado, por lo que el pasado 2 de mayo presentaron su apelación con la esperanza de que esta sería aceptada y finalmente podrían viajar junto a su hijo a Estados Unidos, y someterlo a la terapia experimental donde tienen puestas todas sus esperanzas.
Sin embargo, tras analizar los antecedentes, hoy los jueces Justice McFarlane y Justice Sales, y la jueza Justice King, resolvieron respaldar la decisión adoptada anteriormente por su colega Justice Francis.
Según informan los medios británicos, tras escuchar la decisión de los magistrados, los padres de Charlie se reunieron de inmediato con los abogados que los representan. Chris y Connie no se darán por vencidos, y ahora apostarán a que sea la Corte Suprema la que resuelva en forma definitiva sobre el caso de su hijo.
"Ellos desean agotar todas las posibilidades (...) No quieren mirar hacia atrás y pensar '¿y si...?'", explicó Richard Gordon, el abogado que lidera el equipo jurídico de la pareja.
El profesional agregó que el caso de Charlie "plantea cuestiones jurídicas muy graves, ya que se podría considerar que el niño está ilegalmente detenido y que se le ha negado su derecho a la libertad.
"Lo que está realmente en juego en este caso es que el Estado, a gran escala, se está inmiscuyendo en su derecho a la vida privada y familiar", sostuvo Gordon, refiriéndose a la situación que están viviendo los padres del menor.