The Star / Pantallazo
SANTIAGO.- El 2 de marzo pasado, Lindsey Hubley (33) dio a luz a Myles, su primer hijo, en un hospital de Nueva Escocia, en Canadá, en un parto que no presentó inconvenientes. De hecho, un par de días después, la mujer y su hijo fueron dados de alta, y se fueron a su casa.
El 5 de marzo, Lindsey debió regresar al hospital ya que presentaba fuertes dolores abdominales. Sin embargo, sin examinarla, los médicos le dijeron que estaba constipada y la enviaron de regreso a su casa.
Pero los malestares continuaron y la mujer volvió al hospital no solo con dolor abdominal, sino que también con decoloración en la piel. Lindsey fue diagnosticada con fascitis necrotizante, una infección bacteriana que ataca las capas más profundas de la piel y los tejidos subcutáneos, expandiéndose rápidamente.
Lindsey fue sometida a una cirugía de urgencia, durante la cual los médicos decidieron amputar sus cuatro extremidades para detener la infección. Asimismo, debieron realizarle una histerectomía total o extirpación del útero, para salvar su vida.
Ray Wagner, el abogado de la mujer y de su novio Mike Sampson, ha afirmado que su clienta pudo contraer la infección debido a que su placenta no fue totalmente removida de su útero luego del nacimiento de su hijo. Asimismo, presentaba una herida en su vagina, que requirió ser suturada.
Por esta razón, Lindsey y su familia decidieron interponer una demanda en contra del Centro de Salud IWK de Nueva Escocia y cinco de sus médicos, acusándolos de negligencia. La acción legal se fundamenta en que los especialistas no hicieron una revisión exhaustiva de la salud de la mujer antes de darla el alta y, también, en que no la evaluaron correctamente cuando regresó al hospital quejándose de malestares.
"Si hubiera sido evaluada apropiadamente, una parte importante del daño, si no todo, podría haberse evitado", aseguró su abogado.
Mientras tanto, Lindsey casi no ha podido dejar el hospital y es probable que necesite de más cirugías, entre ellas un trasplante de riñón. Su novio, en tanto, no ha regresado a trabajar desde que nació el hijo de ambos.
"Myle y yo vamos al hospital todos los días a ver a mamá (...) Nuestras vidas dieron un vuelco por completo", afirmó Mike, según informó The Star.
Sin embargo, el hombre aseguró que a pesar de todos los contratiempos, su novia se mantiene optimista. "Ella es increíblemente positiva. Está convencida de que este proceso se llevó sus brazos y piernas, pero no se llevará su felicidad", agregó.
Por su parte, la cuñada de Lindsey inició una recaudación de fondos a través de GoFundMe, para ayudar a la familia a pagar los gastos médicos y cubrir el dinero que dejó de recibir su hermano al no poder trabajar.
