SANTIAGO.- Durante las vacaciones de verano nos exponemos constantemente a las radiaciones solares, pero también a otros factores de riesgo que muchas veces pasan desapercibidos; estos son las piscinas, lagos y playas. Si no se toman las precauciones necesarias, estas aguas pueden convertirse en focos de enfermedades e infecciones para nuestro organismo.
La higiene es el principal factor que influye en el contagio de ciertas afecciones o dolencias, ya que en el caso de las piscinas, estas no siempre están desinfectadas con los productos apropiados o peor aún, están desinfectadas, pero los visitantes no siempre se percatan de seguir las instrucciones de aseo de manera correcta.
En playas y lagos sucede algo similar, incluso acá existe un menor control de la higiene, ya que evidentemente al ser lugares naturales y de uso público no puede haber personal encargado de higienizar las aguas en todo momento.
Entre las principales afecciones que una persona puede contraer en una piscina se considera la otitis del nadador, las infecciones intestinales y en el caso de las mujeres, las infecciones urinarias.
"Otitis del nadador"
Esta dolencia consiste en una inflamación del conducto auditivo externo debido al contacto con aguas contaminadas y de forma prolongada, provocando exceso de humedad, maceración de la piel y entrada de bacterias.
El otorrinolaringólogo de Clínica Vespucio, Dr. Ramón Readi, explica cuáles son los síntomas de la “otitis del nadador” y cómo prevenirla.
Hay que tener precaución con la humedad que permanece en los oídos, "secando la zona después de bañarse pero sin introducir elementos como cotonitos, ya que este hábito puede provocar lesiones en el conducto auditivo que favorezcan la entrada de bacterias", advierte el especialista.
Otras recomendaciones para prevenir este padecimiento son "no sumergirse en aguas contaminadas o en sectores no habilitados para el baño, evitar los cambios de temperatura, evitar baños prolongados, secar el pelo después de bañarse y si existe malestar o dolor, consultar con un doctor.
Infecciones entéricas o intestinales
Es un tipo de infección viral que consiste en una hinchazón del estómago y los intestinos a raíz de un virus. Principalmente produce diarrea, vómitos y fiebre.
Los niños son los más propensos a adquirir esta infección y según
la pediatra del centro médico Vida Integra, Sonia Schneider, algunas recomendaciones a considerar son que "la piscina debe tener los químicos adecuados, los niños deben ducharse antes de ingresar a la piscina y después de salir de ella, los padres no deben ingresar a los bebés a la piscina con pañales puestos, aunque estos sean aptos para el agua, ya que igual se filtran".
Infecciones urinarias
Es la "contaminación de la vía urinaria con bacterias que provienen
del tubo digestivo o de la deposición de la persona que la padece". Esta infección tienden a contraerlas en mayor medida las mujeres.
El urólogo del Clínica Vespucio, Walter Candia, en primer lugar aclara que "no es una enfermedad contagiosa de terceros a quien la padece, sino que es autocontagiosa".
El especialista agrega además que "la infección urinaria baja es la
más frecuente y es la que la gente conoce como la cistitis".
¿Cómo saber si la padeces? El Dr. Candia enumera los síntomas y explica que "la persona va a orinar con más frecuencia al baño y a eso se agrega que el deseo de ir ya no es tan tolerable, ya que hay ardor al orinar, al terminar de evacuar el paciente queda con la sensación de que no evacuaste completamente y en algunas ocasiones se acompaña con sangrado al orinar".
Este afección es posible prevenirla y según el especialista se logra "aumentando la ingesta de líquidos, ya que eso provoca ir a orinar de manera más constante y por ende se va eliminando la bacteria". Agrega además que hay que "evitar aguantar las ganas de ir a orinar, lo ideal es ir cada cuatro horas".