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SANTIAGO.- Un polémico caso remece a la sociedad Argentina, específicamente a la comunidad de Tucumán, y la protagonista es una niña de solo 11 años.
A comienzos de febrero se conoció que la menor había sido violada por la pareja de su abuela y que producto del abuso, había quedado embarazada.
Las autoridades sostuvieron entonces, que si la Justicia lo aprobaba, la menor podía acceder a la interrupción legal del embarazo, siempre y cuando su vida no corriera peligro y, además, su madre autorizara el procedimiento.
Pero la situación era complicada, ya que la madre de la niña no tenía su tutela legal desde 2014 y la menor estaba bajo el cuidado de su abuela, cuya pareja había cometido el delito, por lo que podía ser imputada por encubrimiento.
Cesárea y no aborto
El proceso continuó, y la niña prestó declaración y manifestó su deseo de no seguir adelante con el embarazo, tal como establecía la ley que debía hacerlo. Y mientras la Justicia tramitaba la autorización para la interrupción de la gestación, la menor fue internada en el Hospital del Este.
Las semanas pasaron y como la madre de la niña no era su tutora legal y su abuela era considerada encubridora, la firma de la autorización se demoró. Según informó La Nación, recién el viernes pasado la Justicia accedió a que la madre formalizara el pedido de interrupción del embarazo, de manera que el martes se autorizó finalmente el aborto.
Sin embargo, ayer la niña fue sometida a una cesárea. Según explicó la ginecóloga Cecilia Ousset, quien participó en la intervención, la decisión se tomó porque el embarazo ya superaba las 23 semanas de gestación y "su cuerpo no estaba suficientemente desarrollado".
Ousset, quien no trabaja en el hospital donde estaba la niña, tuvo que actuar de emergencia con la asistencia de su marido, José Gigena, porque todos los médicos y enfermeros del recinto apelaron a la "objeción de conciencia".
La niña dio a luz a un recién nacido vivo, que fue entubado y colocado en una incubadora, donde permanece en estado grave. La menor, en tanto, está internada y bajo control médico para su recuperación.
Asimismo, la ginecóloga reveló que se tomaron muestras del cordón umbilical y de la placenta, para ser comparadas con el ADN del hombre que la habría violado.