Con un baño ecológico, en una casa desconectada de la electricidad, educando a cinco de sus siete hijos por ellos mismos para
"mantenerse conectados", es como vive una familia de nueve integrantes, en Tasmania,
Australia.
Todo comenzó en
2017, cuando Jasmine junto a su marido Ben empezaron a tener problemas económicos en su empresa de mantenimiento de jardines y decidieron dejar la vida en la ciudad para comenzar una nueva de
forma holística, desconectada de la electricidad y así ayudar al planeta con un estilo económico.
Desde ese momento, la familia utiliza un tanque de agua, una pequeña cantidad de energía solar y un generador, para hacer funcionar computadores y herramientas que requieran electricidad en caso de necesitarlo.
Cinco de los niños -
Wallace (11),
Lucy (10),
Ronan (8),
Hattie (7) y
George (5)- son educados por los propios padres, y no tienen la necesidad de salir de su hogar y comparten junto a sus hermanos menores
Morris (2) y
Vera de ocho meses.
"Crecer en una familia que estuvo siempre cerca de los jardines, me hizo estar expuesta a un
estilo de vida natural, al aire libre y creo que mi interés en esta forma de vida se desarrolló a partir del encuentro con otras personas apasionadas por la jardinería y la agricultura familiar", explicó Jasmine.
"La educación en la casa no estuvo siempre en el proyecto, pero elegir un estilo de paternidad natural y la participación activa en la comunidad que está online, nos expuso a esta nueva idea que nos llamó la atención y nos atrajo mucho,
sentimos que realmente completaba nuestro estilo de vida holístico", aseguró la madre.
La mujer además indicó, que la conexión como familia y con la naturaleza es una de las cosas más importante en sus vidas. "Enviando a nuestros hijos al colegio creo que se rompería esto, vemos la educación en casa como una extensión de nuestra filosofía de crianza natural", señaló.
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Se ha convertido en una forma de vida normal para nosotros. Con respecto a la educación en el hogar, me aseguro de que los niños más chicos siempre sean atendidos primero, y así podamos estar en las clases con los hijos mayores sin distracciones", contó Jasmine.
Críticas y comentarios positivos
Cuando la gente conoce el estilo de vida que la familia comparte a través de sus redes sociales, reciben buenos comentarios, pero otras veces algunas críticas donde describen su estilo y condición de vida como
"pobre"."Hemos tenido visitas de personas que se sienten absolutamente inspiradas
y creen que es un estilo de vida fabuloso, pero también han venido otros que creen que vivimos como personas pobres, lo que solo me produce risas", aseguró la madre.
"Estamos mucho más
cerca de los estilos de vida naturales que las demás personas deberían llevar, más cerca de la naturaleza, con las manos en la tierra. Este es el tipo de vida que te mantiene activo", señaló Jasmine.
"No puedes utilizar la electricidad y el agua pensando que es un recurso interminable, que es como vive la mayoría de las personas, lo importante es que no es interminable", relató la australiana.
Según informó el
Daily Mail, el espacio de la casa no es suficiente para los nueves. Con los siete hijos de diferentes edades y en etapa de crecimiento, la familia cree que es complejo ya que deben compartir las piezas.
"
Nos causa algunos problemas especialmente en los más grandes que quieren cada vez más espacio. Es por esto que debemos asegurarnos de satisfacer las necesidades de los niños de otras formas, por ejemplo más tiempo de permisos para ir a las casas de sus amigos", aseguró Jasmine.
La familia hoy planea cambiarse de la actual casa y construir una más grande. Harán una renovación en sus jardines para poder incluir "camas de vegetales" y un invernadero, para así poder tener más alimentos y aprovechar más la tierra.