Desde el viernes de la semana pasada, cualquier persona que intente ingresar a las instalaciones militares de Estados Unidos en Daegu, Corea del Sur, deben someterse a una
sencilla pero certera prueba. Para realizarla, los efectivos solo necesitan dos elementos:
algodón y vinagre.
Básicamente, la prueba consiste en que, sin tomarle la temperatura ni consultarle sobre historiales de viajes o salud,
el personal militar le pregunta a cada visitante si huele el vinagre de manzana.
Si es incapaz de hacerlo, los funcionarios de inmediato le informan que
puede ser un caso asintomático de coronavirus.
Claro, porque desde hace algunos días la Organización Mundial de la Salud (OMS) investiga un
posible vínculo entre la anosmia o pérdida del olfato con el coronavirus, aunque todavía no ha sido enumerado como un síntoma.
Según informó La Nación de Argentina, la anosmia llamó la atención después de que varios médicos se sorprendieran ante el aumento de
casos de pérdida de olfato, sin una congestión nasal evidente del paciente. "Nos pareció raro", dijo el otorrinolaringólogo Alain Corré, del Hospital Rothschild de París, quien junto a su colega Dominique Salmon del Hospital Hôtel Dieu le hicieron la prueba a unos
60 pacientes con anosmia y "el 90% eran positivos de coronavirus".
¿Por qué el coronavirus hace perder el olfato? Corré explicó que se debe a que "el virus es atraído por los nervios:
cuando penetra en la nariz, en vez de atacar la mucosa como otros virus,
ataca el nervio olfativo y bloquea las moléculas del olor".
Eso sí, a pesar de que existe un vínculo evidente entre la anosmia y el coronavirus,
no todos los diagnosticado con covid-19 pierden el olfato, pero sí todos los que sufren de anosmia sin inflamación, son positivos de coronavirus.
Por esta razón,
los médicos recomendaron a quienes pierdan el olfato sin presentar congestión nasal, que tomen medidas de aislamiento y usen mascarilla, porque si se hacen el test para diagnosticar el coronavirus, existe una alta probabilidad den positivo.