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Jamás mezclar cloro con vinagre: Los peligros que surgen del mal uso de los artículos de limpieza

Un toxicólogo y dos urgenciólogos aclaran las dudas respecto a las clásicas prácticas para desinfectar baños y cocina, y que en las últimas semanas se ha estado utilizando cada vez más producto del coronavirus.

21 de Abril de 2020 | 15:31 | Por María José Hermosilla, Emol
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El Mercurio (archivo)
Este lunes, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informó que el número de consultas por intoxicaciones con productos de limpieza y desinfectantes, en particular cloro y alcoholes en gel, había aumentado un 20% en ese país. Esto, a raíz de la pandemia del coronavirus y el aumento de la limpieza en los hogares para evitar contagios.

Uno de los ejemplos que entregaron fue el de una mujer que para limpiar la fruta y verdura, llenó su lavaloza con una mezcla de agua caliente, vinagre y cloro al 10%. Esto provocó una reacción química y al inhalar los vapores, la mujer tuvo que ser llevada a un hospital cercano en el que recibió oxígeno y tratamiento para la peligrosa afección. Pero, ¿cuán peligroso son los clásicos productos para desinfectar las casas que se venden en los supermercados?

Mario Faúndez, toxicólogo y académico de la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad Católica, advierte a Emol acerca de las diferentes mezclas que jamás se deben realizar entre clásicos productos y cuál es su correcto uso, sobre todo del cloro, un artículo que se está aplicando cada vez más en los últimos días.

Primero, Faúndez señala que la mayoría de los productos de desinfección que hay en las casa son a base de cloro y el compuesto de este es el hipoclorito de sodio, un "agente oxidante que desinfecta fantástico". "Lo correcto es usarlo súper diluido con agua de la llave. Pones más o menos dos cucharadas soperas en un litro de agua y con eso se tiene una disolución desinfectante fantástica, sin ningún riesgo", ejemplifica el toxicólogo, agregando que el cloro concentrado siempre debe usarse con guantes para evitar quemaduras químicas.

Sin embargo, el académico cree que los problemas se generan cuando las personas empiezan a realizar mezclas de productos de limpieza para "aumentar su efectividad", lo cual no es necesario. Uno de los más peligrosos es la mezcla de vinagre con cloro, indica Faúndez. El vinagre tiene un ácido que cuando se mezcla con hipoclorito de sodio se genera un gas que se llama gas cloro.

El experto explica que este gas cloro cuando está denso se mezcla con el agua de la mucosa nasal, de la boca y los ojos y se transforma en ácido clorhídrico, que se conoce como ácido muriático, y que puede destruir membranas y causar heridas o quemaduras químicas graves. "Toda la vía área se puede ver seriamente afectada solo con respirarlo", añade, indicando que esto va a depender de las concentraciones y que cuando el cloro está muy concentrado y se mezcla con ácidos fuertes es muy peligrosos. "Este gas cloro fue un arma química utilizada en la primera guerra mundial", advierte.

Otras de las prácticas relacionadas sobre las que Faúndez advierte es cuando las personas utilizan ácido muriático para limpiar el sarro de los baños y después usan cloro para blanquearlo. "Ahí estás mezclando ácido con cloro y queda la escoba", indica. Además, señala que se debe tener precaución con productos con amonio, como los limpia baños, ya que al mezclarlos con cloro se puede liberar un poco de amoníaco, lo cual es muy tóxico para las vías respiratorias. "Nunca mezclar los productos, usarlos por separado bajo las instrucciones que vienen desde el fabricante", añade.

Otra de las mezclas peligrosas que detalla Faúndez es el "calentar cloro". "Se libera un porcentaje de gas cloro, que es menor en todo caso que al mezclarlo con ácido, pero también peligroso. Hay gente que lo calienta directo o agua caliente", indica.

Finalmente, el toxicólogo advierte que los limpiavidrios -los cuales son un tipo de alcohol- deben usarse alejados del cloro y si se va a utilizar uno se debe lavar con abundante agua para poder añadir el otro, y lo mismo para el vinagre y el cloro. Sin embargo, cree que no es necesario usar ambos, ya que se "redundar".

¿Cuándo se debe ir a urgencias?


Ricardo Valenzuela, urgenciólogo de Clínica Universidad de los Andes, coincide con el toxicólogo y enfatiza en la importancia de usar los productos de forma exclusiva y no mezclarlos, sobre todo cuando se está en lugares cerrados.

El médico indica que en caso de presentarse síntomas como enrojecimiento de ojos, ardor en las mucosas nasales al respirar, náuseas y vómitos, si se siente la garganta apretada, si tienen conductas aberrantes, si empieza a haber rinitis, o si hay compromiso de conciencia o conductas diferentes a las que tenía siempre, se debe ir a un servicio de urgencia de inmediato. "Ojalá llevar el envase del producto que ingirió o inhaló", añade.

Las consecuencias que puede tener una persona dependen del contexto. Si se ingiere cloro, lo cual es raro en adultos, y se bota antes de tragarlo puede producir irritación de la mucosa bucal. Pero, si se traga puede provocar esofagitis, quemaduras del estómago, ruptura en sus paredes, entre otras cosas, lo cual es muy grave, señala Valenzuela. "Si llega a vomitar el contenido de cloro y lo aspira va a producir una neumonitis química, que es extremadamente grave", añade.

El médico enfatiza en dejar fuera del alcance de los niños los productos de limpieza y advierte sobre el alcohol gel y su poco común consumo. Valenzuela cuenta que algunos jóvenes en otros países lo han usado para embriagarse, lo que sería una práctica muy peligrosa. "Está hecho entre 60% y 90 % de alcohol etílico, por lo tanto, produce el mismo efecto al tomarlo que tomarse cinco o seis vasos de whisky. Se puede llegar a una intoxicación etílica que va desde el típico mareo sensación de adormecimiento a crisis convulsivas, comas, disminución del azúcar en la sangre y la muerte", indica.

Por último, Rodrigo González, urgenciólgo de Clínica Alemana, advierte sobre una "cura milagrosa" que se ha estado difundiendo en redes sociales para el coronavirus, a través del consumo de dióxido de cloro. Una sustancia que lleva años promocionándose para enfermedades como la malaria, diabetes o incluso cáncer, pero que no se reconoce como medicamento.

"No existe ningún tipo de evidencia dura de que esta sustancia tenga algún efecto sobre las infecciones virales por coronavirus. Ninguna de las enfermedades (de las que se promociona este producto) ha sido ratificada en forma seria por parte de los científicos y médicos que tengan alguna utilidad real sobre estas enfermedades", añade.

"El consumo de esta sustancia no es innocuo y no está recomendado por nada de mundo (…) Fabrican este producto como para limpieza industrial y es sumamente peligroso que sea consumido por las personas", concluye.
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