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Británico es indemnizado con más $88 millones por su médico que le recetó un remedio que le provocó ludopatía

En 2017 fue diagnosticado con el síndrome de las piernas inquietas, por lo que el especialista le prescribió Ropinirol sin mencionar los posibles efectos secundarios.

13 de Diciembre de 2024 | 17:54 | AFP/ Editado por Sofía Cereceda, Emol.
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AP (imagen referencial)
Un británico de 66 años, que se había convertido en ludópata, apostador compulsivo, tras tomar medicamentos contra el síndrome de las piernas inquietas, fue compensado económicamente por su médico de cabecera, informó el viernes su oficina de abogados.

Originario del sur de Inglaterra, Philip Stevens fue compensado con 70.000 libras (89.000 dólares/ más de $88 millones), tras un acto de conciliación entre las partes, informó el gabinete de abogados.

Los hechos se remontan a 2017, cuando Stevens acudió a su médico por temblores en la pierna izquierda y el doctor le diagnosticó el síndrome de las piernas inquietas.

Poco conocida por la opinión pública, esta afección provoca hormigueo y necesidad de movimiento de las piernas, especialmente por la noche, alterando la vida de las personas que la padecen.

El médico le prescribió Ropinirol, un medicamento recetado para tratar la enfermedad de Parkinson, sin mencionar los posibles efectos secundarios.

Entre estos efectos se encuentra un trastorno en el control de ciertos impulsos, que pueden conducir a apostar o comprar de forma irrefrenable.

Según el bufete de abogados que lo representa, Philip Stevens "gastó miles de libras en sitios de internet de juegos de azar, en los cuatro años en que tomó Ropinirol".

Aficionado a las apuestas deportivas de forma controlada, "se había vuelto compulsivo", afirmó su bufete de abogados, por lo que "apostaba a todo lo que podía y ya no le importaba en absoluto ganar. No tenía control de sus acciones".

Además de las apuestas deportivas, Stevens comenzó a comprar de forma compulsiva ropa o utensilios de pesca.

En 2021 dejó de tomar el fármaco, tras ser atendido por un neurólogo, pero comenzó una nueva pesadilla para él, con alucinaciones, paranoia y depresión, tras el abandono de la ludopatía.

"No soy la misma persona que era antes de tomar el Ropinirol", dijo Stevens en el comunicado del bufete de abogados.

Los letrados señalaron que el acuerdo financiero entre ambas partes se alcanzó sin que el médico reconociera su responsabilidad.
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