Hace pocos días, la principal autoridad sanitaria del gobierno de Estados Unidos alertó que
pidió que las advertencias en las bebidas alcohólicas destaquen que provocan esta enfermedad.
En un nuevo informe,
Vivek Murthy, cirujano general, dijo que el
consumo de alcohol se relaciona directamente con
al menos siete tipos de cáncer, entre ellos los de
boca, garganta, laringe, esófago, mama, hígado, colon y recto.
Globalmente,
741.300 casos de cáncer eran atribuibles al consumo de alcohol en 2020. Pero la concienciación pública sobre este vínculo es escasa: solo el 45% de los estadounidenses cree que el alcohol tiene un efecto significativo en el desarrollo del cáncer, según una encuesta nacional de 2019 del Instituto Americano de Investigación Oncológica.
La investigación demostró que
cuanto más alcohol bebe una persona -sobre todo cuanto más consume
regularmente a lo largo del tiempo-
mayor es el riesgo de cáncer,
asociación que es cierta para todos los tipos de alcohol: cerveza, vino y licores.
Pero incluso lo que consideramos consumo
"ligero" o "moderado" -hasta una bebida al día- aumenta el riesgo de algunos cánceres, como los de boca, faringe y mama.
"No existe un nivel seguro de alcohol en lo que respecta al riesgo de cáncer", dijo Ernest Hawk, vicepresidente y jefe de la división de Prevención del Cáncer y Ciencias de la Población del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas.
La cantidad que bebes afecta tu riesgo
El informe del cirujano general define una
bebida estándar como aquella que contiene 14 gramos de alcohol, aproximadamente la cantidad que contiene un vaso de vino de poco menos de 150 mililitros, una cerveza de unos 350 mililitros o un shot de licor de unos 45 mililitros.
"No existe un nivel seguro de alcohol en lo que respecta al riesgo de cáncer".
Ernest Hawk
El estudio analizó las pruebas sobre el cáncer en función de la cantidad que la gente consume cada día o cada semana y lo que podría ocurrir según el análisis es lo siguiente:
- Menos de una bebida a la semana: la investigación sobre la relación del consumo muy ligero de alcohol con el cáncer es limitada. El informe del cirujano general analizó lo que se conoce como riesgo absoluto -o probabilidad de que se produzca un determinado resultado en un periodo de tiempo dado- de cánceres específicos con distintos niveles de consumo de alcohol. Para ello, examinó los datos de un estudio australiano de casi un cuarto de millón de adultos publicado en 2020.
En promedio, según el informe,
unas 17 de cada 100 mujeres que consumían una bebida a la semana o menos, desarrollarían cánceres relacionados con el alcohol a lo largo de su vida.
17de cada 100 mujeres que consumían una bebida a la semana o menos desarrollarían cánceres relacionados con el alcohol.
Unas 11 de cada 100 mujeres desarrollarían cáncer de mama, que se considera un cáncer relacionado con el alcohol. Las investigaciones sugieren que el alcohol puede aumentar el estrógeno, una hormona sexual relacionada con el cáncer de mama.
Respecto a los
hombres, aquellos que consumían menos de una bebida a la semana tenían
aproximadamente un 10% de probabilidades de desarrollar algún cáncer relacionado con el alcohol a lo largo de su vida.
Los investigadores consideraron este grupo de "menos de una bebida a la semana" el de referencia, con el que compararon niveles más altos de consumo de alcohol.
Al igual que en muchos estudios, no incluyeron a los no bebedores para evitar lo que se conoce como el efecto "enfermo que deja de beber", que se produce cuando los datos de un estudio se confunden con los de quienes dejaron de beber debido a una enfermedad.
- Una bebida al día: Durante años se pensó que beber alcohol en cantidades bajas o moderadas era bueno sobre todo para el corazón. Pero en los últimos años, más investigaciones han demostrado que incluso una bebida al día está relacionada con mayores riesgos para la salud.
El informe del cirujano general decía que el
riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el alcohol a lo largo de la vida aumentaba al 19% (19 de cada 100 mujeres) entre
quienes consumían una bebida alcohólica al día (siete copas a la semana). A este nivel, el riesgo de cáncer de mama a lo largo de la vida
aumentó al 13,1%, es decir, 13 de cada 100 mujeres.
El informe del cirujano general decía que entre los
hombres que tomaban una bebida al día, aproximadamente
11 de cada 100 desarrollarían en promedio un cáncer relacionado con el alcohol a lo largo de su vida.
Aunque los aumentos absolutos del riesgo puedan parecer pequeños, reflejan un riesgo relativo notablemente mayor en comparación con las personas que beben menos alcohol.
Un estudio publicado en 2013 en la revista Annals of Oncology, que analizaba específicamente la relación entre el "consumo ligero de alcohol" y el cáncer, descubrió que, en comparación con las personas que no bebían, quienes tomaban hasta una bebida alcohólica al día tenían un 30% más de probabilidades de desarrollar cáncer de esófago, un 17% más de probabilidades de desarrollar cáncer de cavidad oral y faringe, y un 5% más de probabilidades de desarrollar cáncer de mama.
- Dos bebidas al día: Con dos copas al día (14 a la semana), la proporción de
mujeres que desarrollarían cánceres relacionados con el alcohol a lo largo de su vida
aumentó del 16,5% (en el grupo de "menos de una copa a la semana")
a casi el 22%, según el informe del cirujano general.
El porcentaje de quienes desarrollarían cáncer de mama aumentó al 15,3%.
Entre los
hombres que beben a ese nivel, el porcentaje de quienes desarrollarían un cáncer relacionado con el alcohol a lo largo de su vida
aumentó al 13%.
- Cuatro o más bebidas al día: Además de estar relacionado con los cánceres de boca, orofaringe, laringe, esófago, mama y colorrectal, el
consumo excesivo de alcohol -generalmente definido como cuatro o más bebidas al día
- está vinculado a los
cánceres de hígado, estómago, vesícula biliar y páncreas.
Un amplio metaanálisis que comparaba a los bebedores ligeros, moderados y empedernidos con los no bebedores y los bebedores ocasionales, descubrió que los
bebedores empedernidos tenían un riesgo relativo de cáncer de hígado y vesícula biliar más de dos veces superior al de los no bebedores y los bebedores ocasionales. Su riesgo de cáncer de estómago, pulmón y páncreas era entre un 15% y un 20% mayor.
Cabe mencionar que
consumir cuatro o más bebidas en una sesión de
dos horas se considera atracón de bebida en el caso de las mujeres, mientras que tomar
cinco o más bebidas en el mismo período se considera atracón en el caso de los
hombres.
Aunque los atracones de bebida tienen muchos efectos nocivos conocidos, la mayoría de los estudios en humanos no han analizado las diferencias en el riesgo de cáncer entre beber mucho de una vez o beber la misma cantidad a lo largo de varios días, dijo Timothy Naimi, director del Instituto Canadiense de Investigación sobre el Consumo de Sustancias de la Universidad de Victoria. "Es un área de necesidad en cuanto a futuras investigaciones", destacó.
Los otros factores de riesgo
Aunque el informe examina específicamente los niveles de consumo de alcohol,
muchos otros factores -como el sexo, la genética, la dieta y los antecedentes familiares
- también influyen en cómo afecta el consumo de alcohol al riesgo de cáncer.
Por ejemplo,
se necesita menos alcohol para afectar negativamente la salud de las mujeres que a la de los hombres, posiblemente porque las mujeres tardan más en metabolizar el alcohol y este permanece más tiempo en su organismo.
Cualquier persona con mutaciones genéticas o antecedentes familiares que la predispongan a este tipo de cánceres partiría de una línea de base de riesgo de cáncer más elevada, dijeron los expertos.
Determinados comportamientos y elecciones de estilo de vida también podrían agravar el riesgo de cánceres relacionados con el alcohol. Se sabe, por ejemplo, que beber y fumar cigarrillos agrava el riesgo de cáncer de cabeza y cuello, dijo Elizabeth Platz, epidemióloga del cáncer de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.
Asimismo, beber alcohol cuando se tienen malos hábitos dietéticos y de ejercicio puede aumentar aún más el riesgo de padecer sobrepeso u obesidad, otra enfermedad asociada al cáncer.
Beber menos reduce (en parte) el riesgo
Un grupo de trabajo del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer descubrió recientemente que
dejar de beber alcohol o reducir su consumo a largo plazo estaba relacionado con un menor riesgo de cáncer oral y esofágico. Pero el informe del cirujano general señaló que no está claro si reducir el consumo de alcohol hace que el riesgo vuelva a la línea de base, ni cuándo.
Naimi dijo que incluso para quien bebe más, reducir un poco la cantidad de alcohol que consume tendrá beneficios para la salud a largo plazo. "Menos es mejor", dijo.