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Secta australiana es declarada culpable por la muerte de una niña diabética: Se negaron administrarle insulina

Tras el fallecimiento, el grupo no informó a la Policía del deceso hasta más de 24 horas después, ya que creían que podían devolverle la vida a través de la oración, según recoge en su sentencia el tribunal.

29 de Enero de 2025 | 16:39 | Redactado por Sofía Cereceda, Emol./Agencias
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La menor con su hermana mayor que no fue juzgada.

Captura ABC (Australian Broadcasting Corporation).
Un tribunal de Australia halló este miércoles culpables de homicidio involuntario a 14 miembros de una secta religiosa, incluidos los padres de la víctima, por negarse a administrar insulina y atención médica a una niña diabética de 8 años hasta causar su muerte.

El líder de la secta, Brendan Stevens, de 63 años, y el padre de la niña, Jason Struhs, de 53 años, figuran entre los condenados por el fallecimiento de la menor, según publica hoy en su portal el Tribunal Supremo de Queensland, al cargo del proceso.

El pequeño grupo religioso de la ciudad de Toowoomba tenía una "creencia fundamental" en el poder sanador de Dios y no admitía el cuidado médico, determinó el juez Martin Burns en su sentencia escrita.

La niña murió de cetoacidosis -una grave complicación de la diabetes- luego de que se le suspendiera la medicación con insulina durante varios días, señaló la resolución.

El tribunal pronunciará en una futura vista la condena para los sentenciados, que, conforme a las leyes de esta jurisdicción del este de Australia, se enfrentan a hasta la cadena perpetua.

Este proceso se abrió a raíz de la muerte de Elizabeth Struhs, -quien padecía diabetes de tipo 1-, el 7 de enero de 2022 en su casa de la localidad de Toowoomba, a más de 125 kilómetros al oeste de Brisbane.

Su fallecimiento se produjo después de que sus padres, Jason y Kerrie Struhs, su hermano mayor, Zachary Alan, así como los miembros de la secta religiosa The Saints (Los santos), a la que pertenecía esta familia, se negaran durante varios días a inocular la insulina a la menor.

En su lugar y mientras la niña agonizaba, los padres de la menor, junto al líder de The Saints, Brendan Stevens, y otros once feligreses, abrazando su fe en el poder curativo de Dios, se dedicaron a rezar para que se sanara a través de la oración.

Tras el fallecimiento, el grupo no informó a la Policía del deceso hasta más de 24 horas después, ya que creían que podían devolverle la vida a través de la oración, según recoge en su sentencia el tribunal.

Durante el juicio, los acusados, de edades comprendidas entre 22 y 67 años, se representaron a sí mismos, tras haber rechazado todos ellos representación legal, y se negaron a prestar declaración, lo que fue aceptado formalmente como una declaración de no culpabilidad.

Jason y Kerrie Struhs, los padres de la niña, fueron condenados por homicidio involuntario por abdicar su deber de cuidar a su hija, demostrando una "grave culpa moral y desprecio por la vida humana", según el juez.

Los otros sentenciados fueron declarados culpables del mismo delito por animar intencionalmente a los padres a impedir que la niña recibiera la insulina.

Cabe mencionar que la hermana mayor de la víctima, Jayde Struhs, de 23 años y quien abandonó la comunidad hace años, declaró en una entrevista con el Canal 7 en 2022 que la secta australiana The Saints no mantiene relación con ninguna iglesia y cree que "Dios lo cura" todo.
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