MADRID.- Kerron Clement, un atleta nacido en Puerto España (Trinidad) y nacionalizado estadounidense en 2004, convirtió la prueba de 400 metros, una de las más duras del programa atlético, en un juego de niños al batir, con sólo 19 años, el récord mundial en pista cubierta del ya legendario Michael Johnson.
El sábado por la noche, durante los campeonatos universitarios de los Estados Unidos en Fayetteville (Arkansas), Clement cubrió las dos vueltas a la pista en 44.57 segundos, una marca que asombró al público: había mejorado en seis centésimas el récord mundial de Michael Johnson, establecido el 4 de marzo de 1995 en Atlanta.
Terry Gatson, segundo en la misma prueba, hizo la carrera de su vida y hubiera batido el récord universitario con 45.29, pero aún así llegó a la meta cinco metros por detrás del nuevo fenómeno.
Con su flamante récord mundial, Clement acaba de sentar las bases de una guerra de razas por la herencia de Michael Johnson. El ex trinitense, de raza negra, disputa la hegemonía mundial a otro estadounidense, sólo dos años mayor que él: Jeremy Wariner, de raza blanca.
Wariner, que se entrena a las órdenes de Michael Johnson, alcanzó el pasado 23 de agosto, en la final olímpica de 400 metros de Atenas, el máximo logro que puede ambicionar un atleta y con sólo 20 años, ser campeón olímpico. Una marca de 44.00 le dio 16 centésimas de ventaja sobre su compatriota Otis Harris.
Pero la prueba de la vuelta a la pista al aire libre -y del doble giro bajo techo- no ha encontrado un jefe indiscutible tras la retirada de Michael Johnson, todavía en posesión de los récords mundiales de 200 y 400 metros.
Clement acaba de presentar su candidatura para llevar el cetro, pese a que no es un especialista en 400 lisos. Hasta ahora ha conseguido sus mayores éxitos en la misma distancia con vallas, aunque siempre alternó las dos disciplinas. En 110 m.vallas tiene un registro de 13.48.
Los campeonatos de Estados Unidos, el próximo mes de junio en Los Angeles, prometen una espectacular refriega entre Clement, Wariner y LaShawn Merritt. Este último, campeón mundial júnior, tenía el récord universitario bajo techo en 44.93 desde hacía un mes, lo que le valió una portada en la revista Track & Field y una oferta de Nike para pasar al campo profesional.
El año pasado, en Grosetto (Italia), Clement ganó el título mundial júnior de 400 metros vallas con el mejor registro en la historia de los campeonatos (48.51), y eso que tuvo una salida lenta. Tardó 241 milésimas en dejar los tacos. Wariner todavía fue más lento cuando, en lisos, ganó el oro olímpico en Atenas (268 milésimas).
El Randal Tyson Track Center, inaugurado en el año 2000, jamás había registrado un récord mundial hasta que Clement ha dejado para la historia la marca que le pone al frente del escalafón mundial de todos los tiempos en pista cubierta.
Clement, que no quiso incorporarse a la "factoría" de Clyde Hart, de la que salió Michael Johnson, siempre se ha considerado un vallista más que un velocista puro, pero su nuevo récord puede inducirle a prestar más atención a la distancia lisa cuando, en agosto próximo, se ponga en juego el título mundial en Helsinki.
Ganar el título mundial de 400 metros lisos presenta menos complicaciones que el de vallas, porque el dominicano Félix Sánchez ejerce desde hace cuatro años un dominio autoritario en esta última especialidad.
Antes de su récord mundial, Clement tenía una marca personal de 45.29, conseguida en la misma pista hace dos semanas durante los campeonatos de la Conferencia Sudeste, y sólo un día antes de su explosión había sido sexto en los 200 metros.
Kerron Clement, nuevo rey de los 400 bajo techo, pertenece al tipo de los grandes pesos. Mide 1,88 metros y pesa 84 kilos. En Arkansas ha acabado con el único récord mundial en sala que tenía Michael Johnson, todavía plusmarquista universal al aire libre de 200 (19.32) y de 400 (43.18).
