ROMA.- El estadounidense Andre Agassi dio buena cuenta este miércoles del joven francés Richard Gasquet, una de la nuevas promesas del circuito, al derrotarle con cierta contundencia, por 6-2 y 6-3, en sesenta y cuatro minutos, y accedió a la tercera ronda del torneo de Roma.
El choque entre Agassi y Gasquet era especialmente esperado, pues se enfrentaban dos generaciones tenísticas: dos jugadores separados por 17 años, 35 el estadounidense, 18 el francés, y con historiales bien distintos, pues el americano ha conseguido todo lo posible mientras que el europeo, con grandes cualidades, está empezando.
Y sobre la pista, Agassi dio una auténtica lección de presente a Gasquet, procedente de la clasificación y que en primera ronda había arrollado a Paradorn Srichaphan.
Y eso que el francés empezó de forma fulgurante: 1-0 y 0-40 sobre servicio de su rival. Pero ahí acabó el partido para Gasquet o, mejor dicho, empezó el de Agassi, quien castigó duramente a su joven rival y se hizo con cinco juegos consecutivos (5-1) que le definían el primer set.
Sin duda, Agassi salió más motivado que ayer ante lo mucho escrito sobre las virtudes de Gasquet y "picado" por los 17 años de diferencia y por ver como se especulaba, demasiado pronto, que podía darle hoy el testigo generacional.
Además, Agassi se vio ayudado por un extraño Gasquet, que cometió errores poco habituales a tenor de lo visto en el último mes. El francés pareció acusar en exceso jugar ante uno de sus ídolos (tiene desde hace años una gran fotografía de Agassi en su dormitorio), se movió pesadamente y cometió demasiados errores con sus golpes.
En el segundo set el equilibrio duró hasta el quinto juego, cuando Agassi rompió por tercera vez en el partido el saque de Gasquet.
El estadounidense, que mantuvo su servicio, cerró la contienda con una nueva rotura. Y se plantó en tercera ronda de un torneo romano que ganó en 2003.
Gasquet defraudó, pues acusó en exceso las miradas que sobre él estaban puestas, como evidencia que se agotaron las entradas para asistir a la sesión de hoy en la pista central.
"No he pensado en los 17 años de diferencia, pues lo importante para mí era jugar un buen partido para ganar. He pensado sólo en hacer mi trabajo, en moverme bien por la pista e intentar vencer lo antes posible", dijo un Agassi que daba la impresión de no querer hablar de dicha diferencia generacional.
