MADRID.- Diego Armando Maradona desembarcó en Madrid y se desataron las pasiones, demostrando que su estrella todavía brilla. Y fue claro al analizar su pasado, y también su presente, más oscuro: "Estoy recuperado, pero no curado", dijo en relación a su adicción a las drogas.
El astro argentino organizó una multitudinaria rueda de prensa y, pese a las sospechas iniciales, apenas se retrasó 15 minutos. "Pidió algo más de tiempo para afeitarse y acicalarse bien", confirmó uno de sus asistentes.
Efectivamente, el aspecto que presentó Maradona fue el mejor en mucho tiempo. Andaba más suelto que de costumbre, redujo la papada y recuperó brillo en los ojos. Según confirmó él mismo, ha adelgazado 27 kilos. "Y espero llegar a (pesar) 75", añadió. Llevaba camisa clara, un pantalón deportivo negro y dos brillantes en su oreja derecha, y otro más en la izquierda.
Maradona llegó a Madrid procedente de La Habana, donde continúa su tratamiento. "Aún no estoy curado. Estoy en mitad de una lucha constante que espero ganar. Tengo mi vida y si me equivoqué, lo hice conmigo mismo. Pero no hice daño a nadie, sólo a mí mismo", confesó con cierto dramatismo.
Al ex futbolista de Boca Juniors, entre otros equipos, no le tiembla el labio cuando habla de sus adicciones. "No me considero modelo de nadie. Cada uno es como es, con sus aciertos y sus errores. Los únicos ídolos que debe tener un muchacho son papá y mamá", añadió.
Maradona fue intervenido hace casi dos meses para reducir su estómago, una operación que, según lo comprobado, fue un éxito. "Como poco y ahora tengo el estómago de un bebé. Lo necesitaba por mi salud, por mis hijas, por mi papá y por mi mamá, por los que me quieren, por mí...", relató como si fuera un anuncio de televisión.
La leyenda argentina confirmó que está en España "para hablar de fútbol" y mañana se reunirá con los jugadores brasileños Ronaldo y Roberto Carlos para almorzar. Además, quiere encontrarse con Arrigo Sacchi, director de fútbol del Real Madrid, y con su entrenador, Vanderlei Luxemburgo. Y si el tiempo le alcanza, igual viaja a Barcelona "para ver a Ronaldinho", su jugador favorito en España.
Durante sus primeras horas en Madrid se habló de la posibilidad de que uno de los grandes motivos de que el astro esté en España fuera su participación en un programa "rosa" de televisión para hablar de su vida, previo pago de una cantidad millonaria de dinero.
Sin embargo, Maradona rechazó este comentario: "Sólo vengo a reunirme con gente de fútbol, y no quiero meterle a la gente cosas en la cabeza que aburren", respondió. Aun así, dejó en el aire una frase ambigua: "Después lo que salga, saldrá...".
Maradona se marchó como llegó: rodeado de infinidad de cámaras y micrófonos. Poco más de 20 minutos después de su entrada, se juntaron las puertas del pequeño ascensor que le llevaba de vuelta a su habitación y lo único que quedaron fueron los sonidos de los fotógrafos empaquetando sus estuches.
