ROMA/UDINE.- La Roma venció hoy a Udinese por 2-1 a domicilio, clasificándose para la final de la Copa Italia, en un partido en el que destacó la actuación del portero visitante, Gianluca Curci, así como la suciedad del juego.
El resultado también le proporciona a la Roma una plaza en la Copa UEFA, ya que el otro finalista de la Copa Italia, el Inter de Milan, tiene asegurado el pase europeo al ser tercero en la liga italiana.
Los goles de la Roma llegaron de botas del brasileño Roberto Mancini y de Francesco Totti. Para el Udinese marcó Antonio Di Natale, delantero que se ha puesto en la órbita de posibles refuerzos del Barcelona.
Los "giallorossi" levantaron una clasificación adversa, ya que habían empatado en casa en la ida, con un triste 1-1 en el Olimpico.
La victoria de hoy es una de las pocas buenas noticias que el equipo romano ha dado a la afición esta temporada, en la que el entrenador Bruno Conti lucha por evitar el descenso. El choque estuvo muy abierto desde el principio, pero los romanos fueron más efectivos que su rival.
El partido también se caracterizó por la gran cantidad de faltas que enfangaron el juego. Incluso el entrenador de la Roma, Bruno Conti, aceptó al final del partido que "hemos estado un poco nerviosos" y que "a veces no sabemos mantener el equilibrio". A pesar de todo, el chileno David Pizarro (Udinese) fue el único expulsado del partido, casi al final por una pequeña patada de impotencia sobre Montella.
En los primeros 45 minutos el choque estuvo muy abierto. Llegó la Roma en menos ocasiones pero con más acierto. Tras tres jugadas del Udinese con peligro, en el minuto 21 llegó el primer gol de los "giallorossi", con un gran pase del argentino Leonardo Cufré para Mancini, que el brasileño no desperdició, mandado el balón de cabeza a la red.
Durante el resto de la primera parte el Udinese se volcó, buscando el gol del empate. Estuvieron cerca los hombres de Spalleti, pero la Roma supo cerrarse bien atrás. El portero "romanista" contribuyó heroicamente a contener las embestidas del Udinese. En el minuto 25 rechazó milagrosamente un remate de Fava.
También la Roma, de contraataque, tuvo alguna que otra oportunidad clara. Mancini y Cassano no supieron aprovecharlas.
En el segundo tiempo el Udinese arrinconó al rival, poniéndolo contra las cuerdas en ocasiones sucesivas. Fruto del esfuerzo llegó el gol, que empataba el partido y la eliminatoria. Fue Di Natale quien aprovechó un ligero desconcierto en el área de la Roma para poner el 1-1.
A partir de entonces la partida se volvió a abrir y ambos equipos estuvieron cerca de marcar. Mancini perdió una ocasión clarísima, tras recibir un espléndido balón de Totti.
Por su parte, el capitán de la Roma jugó a un buen nivel, pero sin sacar aún al astro de otras temporadas. Además, volvió a perder los nervios, protagonizando sucias entradas y feas protestas.
Pero fue precisamente Totti quien puso el gol de la victoria, tras mandar a la red un rebote de un penal que el mismo tiró y que fue rechazado en primera instancia por el portero del Udinese. La falta que propició la victoria de la Roma fue cometida sobre Vincenzo Montella.
Antes de acabar, Curci volvió a salvar a su equipo de un gol que la afición del Udinese ya estaba cantando cuando mandó el balón al córner.
