LE PUY EN VELAY, Francia.- El gran duelo entre los ciclistas Lance Armstrong y Jan Ullrich vivirá este sábado su último episodio. Tras siete años de enfrentamientos, la contrarreloj de mañana en Saint-Etienne, penúltima etapa del Tour de Francia, será la última ocasión de ver frente a frente a los dos ciclistas.
De nuevo Armstrong, que se retira el domingo, será el vencedor final del duelo y se apuntará su séptimo Tour consecutivo. Pero Ullrich quiere ganar la última batalla de una guerra que ha perdido siempre.
El alemán dispone de 55,5 kilómetros contrarreloj para lograr una victoria de etapa sobre Armstrong y meterse en el podio desbancando al danés Mickael Rasmussen. Pero el estadounidense, en su penúltima etapa como profesional, quiere un último triunfo, que sería el primero y único del actual Tour.
"Lo daré de nuevo todo y lucharé cada segundo", promete Ullrich, que quiere emular lo sucedido en la contrarreloj de 2003 en Cap Decouverte, cuando ganó la etapa y aventajó al estadounidense.
Pero la lucha del alemán estará más centrada en superar a Rasmussen, que ya perdió el jueves 37 segundos y que tiene 2:13 minutos de ventaja sobre el líder del T-Mobile. En la primera crono de apenas 19 kilómetros Ullrich sacó 2:06 minutos a Rasmussen, líder de la montaña.
"En una contrarreloj llana de esta distancia no tendría casi ninguna posibilidad, porque Jan es un especialista. Pero la de Saint Etienne es muy técnica, quizás no tan mala para mí", dijo esperanzado el danés, que ya está satisfecho con lo que lleva logrado en el Tour: "Ya tengo una victoria de etapa y el maillot de la montaña. Esto es más de lo que la mayoría esperaba".
Armstrong encara la última contrarreloj de su carrera y quiere hacerlo de forma triunfal, aunque se quita la presión y se la pasa toda a Ullrich. "Para mí Jan es el gran favorito en Saint-Etienne", dijo. Si no lo impide un accidente, apenas 24 horas más tarde el estadounidense se subirá a lo más alto del podio de París y, a los 33 años, dará comienzo a su leyenda.
El momento final de forma de Ullrich y lo que se juega hablan a favor del germano. "Parece que es más fuerte conforme más avanza el Tour", dijo el director de T-Mobile, Mario Kummer, antes de una contrarreloj dura con subidas y bajadas, sobre todo una ascensión de tercera categoría a 15 kilómetros del final con porcentaje del cinco por ciento.
Ullrich y Armstrong se medirán de nuevo en la distancia por distintos objetivos. El alemán perdió nuevamente la guerra del Tour, pero quiere acabarla salvando su orgullo con un triunfo parcial que alivie una herida que dura siete años y que el domingo con el retiro de Armstrong dejará de sangrar.
