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Figo, adiós al primer galáctico del Real Madrid

Con el portugués comenzó la era de los fichajes más caros de la historia. Ahora su puesto lo ocupará un brasileño, Robinho.

05 de Agosto de 2005 | 11:47 | EFE
MADRID.- Con la marcha de Luis Figo al Inter de Milán, el fichaje pionero de Florentino Pérez como presidente del Real Madrid, dice adiós el primer galáctico del conjunto blanco, jugador que llegó tras tomar el puente aéreo procedente de Barcelona.

Luis Figo rompió el mercado futbolístico convirtiéndose en el fichaje más caro de la historia. El reclamo del portugués ayudó a Pérez para hacerse con la presidencia del conjunto madridista y a iniciar una época que alcanzó su clímax un año después con la consecución de la Liga de Campeones en Glasgow, tras derrotar al Bayer Leverkusen (2-1).

El portugués, sin saberlo, iba a abrir la puerta a otros galácticos que irían llegando al Real Madrid en los próximos días. De hecho, la presión de ser el más caro del mundo le duró un año, justo el tiempo en que Zinedine Zidane le dio el sí a Florentino y firmó por el club madridista por 13.000 millones de pesetas.

Si con Figo el Real Madrid se alzó con el título de campeón de Liga, con el francés, en el segundo año de mandato de Pérez, llegó la Liga de Campeones con golazo incluido del galo en la final de Glasgow.

Dos años. Dos galácticos. Por eso, pocos dudaban de que a la tercera llegaría otro fichaje estrella a la plantilla blanca. Se especuló, en ese verano de 2002, con Thierry Henry o Van Nistelrooy. Pero el Mundial de Corea y Japón convenció a Florentino de que el mejor del mundo volvía a ser Ronaldo.

El brasileño, tras una larga lesión, se salió en el Mundial en el que se proclamó campeón del mundo con su selección anotando dos goles en la final contra Alemania y, de paso, consiguió el trofeo al máximo goleador del torneo con ocho dianas.

Ronaldo llegó el 31 de agosto. Minutos antes de cerrarse el plazo y tras una tarde en la que, como dijo en su momento Jorge Valdano, por entonces director deportivo, aprendió más de negociaciones que en toda su vida.

Con Ronaldo llegó otra Liga y al siguiente verano el máximo mandatario del equipo merengue consiguió la cuadratura del círculo: David Beckham. El inglés, ícono mundial, fue el cuarto galáctico y con él llegó la revolución.

Beckham trajo consigo contratos comerciales por todo el mundo, mucho dinero en ventas de camisetas y la atención mundial, pero también trajo el glamour y la mirada de la prensa rosa, que por momentos agobió a un vestuario poco acostumbrado a los programas del corazón.

El último fichaje rutilante será Robinho. Aunque quizá con la marcha de Figo se deba hablar ya de era "post-galácticos". El brasileño, del que el propio Pelé dijo que se había emocionado al verle jugar ("es el primer jugador que me recuerda a mi"), llenará el vacío dejado por Figo y, de paso, recogerá el dorsal número 10 del portugués. Cinco años después, un brasileño toma el testigo del primer galáctico del Real Madrid: Luis Figo.
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