NUEVA YORK.- "No sé si alguna vez antes me sentí tan bien aquí", expresó Andre Agassi, tras su increíble victoria de anoche en cinco sets ante su compatriota James Blake, en un juego que concluyó de madrugada y se incorporó a la historia del Abierto de tenis de Estados Unidos.
"Es la una y quince de la madrugada y todavía hay 20.000 personas aquí", agregó Agassi, quien a sus 35 años remontó dos sets (3-6, 3-6) para terminar ganando 6-3, 6-3 y 7-6, este set en un electrizante
tie break que definió 8-6.
"Yo no fui el ganador, ganó el tenis", expresó Agassi, quien ahora, en su décima semifinal del US Open enfrentará a otro compatriota, Robby Ginepri, vencedor del argentino Guillermo Coria, asegurando un estadounidense en la final del domingo.
Agassi pronunció sus palabras ante una multitud que lo ovacionó de pie y que parecía estar en un combate de boxeo en el Madison Square Garden, alentando por igual los notables golpes de ambos jugadores, en casi tres horas de juego.
"Me cuestiono a mí mismo todos los días. Por eso todavía me gusta lo que hago. No tengo las respuestas. Creo que es cuestión de luchar siempre, que algo pasará, más allá de que uno gane o no", dijo luego Agassi, campeón del US Open en 1994 y 1999.
"Esto fue una auténtica competencia, respetar al juego del rival, al público y dejar que las cosas vuelen para que sea solamente tenis", siguió Agassi, en referencia al juego vibrante pero también de gran respeto ante Blake.
Efectivamente, en un tenso
tie break final, hubo por lo menos tres piques dudosos, pero ni Agassi ni Blake amagaron siquiera protesta alguna, para seguir jugando en medio del griterío del público, extasiado por el espectáculo.
El mensaje de Agassi pareció dirigido a varias de las nuevas jovenes estrellas del circuito, que protestan exageradamente y hasta se cruzan gestos e insultos en pleno partido.
"Todo esto es un poco surrealista. Salgo a jugar y muchas veces salgo de la cancha sintiendo que estoy en un sueño. Es que es un sueño hacer esto", siguió Agassi, quien hoy fue comparado con la prensa con Jimmy Connors, también semifinalista del US Open en 1991, con 39 años de edad.
Blake, de 25 años, diez más joven que Agassi, pero otra vez en el primer nivel tras una seguidilla de serias lesiones y la muerte de su padre, saludó emocionado a su rival pese a la derrota y le expresó al oído: "No podría haber perdido de modo más divertido".
"Dejé mi corazón, hice todo lo que pude. El jugó demasiado bien. Estoy contento por el tenis. Si hay alguien por quien yo hincho es por Agassi", dijo Blake, que comenzó ganando 3-0 el
tie break y pareció arañar la victoria, aunque cumplió un torneo notable, al que inclusive había llegado por una invitación especial de los organizadores.
