MILAN.- Un gol del volante chileno David Pizarro, en saque de falta que fue desviado por la barrera, dio el triunfo casero al Inter de Milán sobre el Rangers (1-0), en el desierto del Giuseppe Meazza, lo que deja a los interistas solos en el liderato del grupo.
El partido resultó tan feo e insulso como el tener que jugar en un desértico estadio por sanción de la UEFA. Y es que el Inter, cuyo técnico Roberto Mancini dio inicialmente descanso a su goleador brasileño Adriano y alineó por vez primera al argentino ex-madridista Santiago Solari en lugar del serbio Dejan Stankovic, tuvo mil y un problemas para superar la fuerte presión a la que era sometido por parte del Rangers.
Un conjunto escocés, que se presentó tranquilo, moviendo el balón al ritmo que más le convenía, que no desdeñaba retrasar el esférico hacía su portero a la primera dificultad, pero que asimismo miraba la meta rival.
No en vano, la primera gran ocasión de anotar la tuvo el Rangers, fallando Lovenkrands (m.10) ante el meta brasileño Julio César. El Inter no sólo no funcionaba en creación, con un apagado David Pizarro, sino que tenía prácticamente nulas las bandas, en especial la de un Solari muy gris. Además, sufría algún que otro despiste defensivo que pudo costarle un buen disgusto.
Pasada la media hora, el Inter despertó. Lo hizo merced a la mayor presencia del argentino Esteban Cambiasso en el centro del campo y al despertar del portugués Luis Figo.
Ello le llevó ya a presentarse con peligro ante la meta del Rangers. Y tuvo su gran ocasión de marcar en el minuto 36, cuando el colegiado griego Kyros Vassaras sancionó con la pena máxima una caída del argentino Julio Cruz ante la salida del meta Waterreus que dio más la impresión de no existir.
El propio Julio Cruz tiró el penal, pero su disparo se estrelló en la base del palo derecho. Se había hecho justicia.
Luego, antes del descanso, fueron Martins (m.39), en disparo ajustado, y Figo (m.41), con un remate de cabeza picado, quienes estuvieron cerca de adelantar al Inter, antes del descanso.
Para su fortuna, el Inter encontró el gol apenas iniciada la segunda mitad. Fue en saque de falta a cargo de Pizarro, con el balón que dio en uno de los jugadores de la barrera y sorprendió al meta visitante (m.49).
A partir de ese instante, el Inter cedió terreno y se dedicó a esperar a un rival que lógicamente abrió sus líneas, a la espera de sorprender al contragolpe. Y pudo machacar el conjunto interista en el minuto 73, si Solari no falla lo increíble: tras recibir de Recoba y, a puerta vacía, controló tan mal que envió el balón fuera. Era la guinda al mal partido del argentino.
Pese a su mayor posesión del balón, el Rangers apenas metió miedo al Inter en defensa, pues apenas llegó a construir una ocasión para la igualdad. Con ello, con un equipo local conservando el esférico, se llegó al final de un partido insulso que le da el liderato al conjunto milanés.
Inter Milán: Julio César; Córdoba, Materazzi, Samuel, Wome; Figo (Zé María, m.75), Pizarro, Cambiasso, Solari (Kily González, m.84); Martins (Recoba, m.60) y Julio Cruz.
Rangers: Waterreus; Ricksen, Rodríguez, Kyrgiakos, Bernard; Lovenkrands, Namouchi (Thompson, m.89), Ferguson, Murray (Nieto, m.84); Buffel (Jeffers, m.78) y Prso.
Gol: 1-0. Min.49: Pizarro, en saque de falta que desvió la barrera.
Arbitro: Kyros Vassaras (GRE). Mostró cartulina amarilla a Figo (m.29), Córdoba (m.35), Waterreus (m.36).
