SANTIAGO.- No hay caso. Nicolás Massú (47º en el Sistema de Entrada) no ha podido salir de la mala racha que lo ha acompañado a en los últimos tornes y esta semana no pudo empezar peor para el viñamarino, que se despidió del ATP de Metz (Francia, 323 mil 250 euros, cemento bajo techo) con un doble 7-5 en contra ante el argentino Agustín Calleri (60°).
Y aunque las esperanzas fueron muchas, ya que el chileno partió sacando bien y se puso en ventaja en los primeros juegos, el trasandino despertó y Massú comenzó a mostrar un juego errático que lo llevar a perder el control de sus saques y sus tiros ya no mostraron la efectividad acostumbrada.
En la segunda manga el transandino quedó en ventaja 3-2 con saque a su favor, por lo cual sólo tuvo que ganar sus respectivos juegos para consolidar su triunfo.
Esta es la segunda vez que Calleri le gana al viñamarino en cancha rápida, ya que antes sólo se habían enfrentado en la alfombra sintética de Lyon, en 2004.
El argentino se medirá en la segunda ronda ante el ganador del duelo entre el australiano Mark Philippoussis (203º) y el alemán Tomas Behrend (84º).
Difícil futuro
Ahora resulta imprescindible que el viñamarino alce su nivel en los dos meses que quedan de temporada tenística, que se juegan en recintos bajo techo en Europa.
Aunque ya perdió gran cantidad de puntos -lo que lo envió, en su momento, fuera de los 50 mejores del mundo-, la segunda raqueta chilena todavía debe revalidar 250 unidades (cerca del 30% de lo que tiene).
Y aunque esta semana no defendía nada, el comienzo no es muy auspicioso, ya que no pudo preparar un buen colchón, que le permita amortiguar una eventual caída en las semanas que vienen.
