MADRID.- Fernando González, número uno del tenis chileno, prepara un 2006 diferente: quiere pulir detalles en su juego para cumplir la postergada meta de ser "top ten", y dice disfrutar la presión de todo un país siempre ávido de triunfos.
"En España, en Argentina o en Estados Unidos es diferente (...). Pero me gusta, y estoy acostumbrado", dijo González durante una entrevista con la agencia dpa en Madrid, en la que analizó su temporada 2005 y las metas para el año próximo.
"Estoy jugando un muy buen tenis en estas semanas. El problema es que siempre tiene que haber uno que pierda", dijo con una sonrisa el número 19 del ranking mundial, eliminado el viernes en los cuartos de final del Masters Series de Madrid.
Horacio de la Peña, su entrenador argentino, está entusiasmado con el juego de González. "Está en un gran nivel, y preparate para lo que se viene en 2006, porque va a ser mejor aún", dijo el técnico.
González, de carácter más reposado que el siempre efervescente De la Peña, tiene la misma meta, pero la explica diferente: "Yo trato de mejorar día a día, en cada entrenamiento trato de sacar el mayor provecho, y sé que todavía hay cosas para mejorar".
"Trabajé mucho en mi condición física, un montón. Eso me hace entrar con mucha seguridad a la cancha. Pero de cara a 2006 lo que tengo que mejorar es la devolución, eso es importante", detalló González.
Doble medallista en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, González llegó a ser el número 13 del mundo en agosto de 2003, pero sus objetivos para el año próximo no pasan sólo por lo numérico.
"Para mí es muy importante la Copa Davis, los Grand Slam y el torneo que juego en Chile. Eso me importa mucho. Pero en el tenis es importante no obsesionarse mucho con algo concreto, porque uno nunca sabe cuál es su semana", afirmó.
Afirmado en el escalón inmediatamente inferior al de la élite del tenis, González es consciente de que ya no tiene excusas en los grandes certámenes, porque es capaz de jugar bien en todos.
"Los Grand Slam van a ser más que importantes (en 2006). Los cuatro. Este año me di cuenta de que puedo jugar también en pasto, que fue toda una sorpresa enterarme de eso", admite con una sonrisa.
Cuartofinalista en Wimbledon, González sorprendió a la prensa especializada y a sí mismo al llegar a esa ronda en el mítico torneo del All England Club.
"En Roland Garros me fue bien, en el US Open también. Puedo seguir mejorando", añadió.
Pese al éxito en el césped londinense y a los dos títulos ganados (Auckland y Amersfoort), 2005 fue un año turbulento en algunos aspectos para González, que vio como De la Peña se veía envuelto en una polémica política por su no nacionalización como chileno. Dolido, el argentino llegó a acusar al presidente Ricardo Lagos de haberlo "dejado solo" en el momento clave.
González asegura que la polémica no afectó su juego. "Para nada, para mí no es algo que me afecte. No va a afectar para nada mi tenis, ni mi relación con él ni con los demás tenistas chilenos", detalló. "Llevamos mucho tiempo ya, hemos hecho grandes cosas juntos, ojalá que pueda durar mucho más la relación", agregó.
Gabriel Markus, argentino y entrenador de la otra raqueta chilena de nivel mundial, Nicolás Massú, dijo esta semana que la presión sobre ambos jugadores es demasiado fuerte en Chile. González coincide, pero parece tener el antídoto.
"Crecí con eso. Crecí siendo el que venía después de Marcelo (Ríos), y ahora uno se acostumbra. En España, en Argentina o en Estados Unidos es diferente, porque les va bien en más deportes y tienen más tenistas. Chile es diferente en ese sentido. Pero me gusta y estoy acostumbrado", afirmó.
El nombre de Marcelo Ríos, ex número uno del mundo y envuelto en una polémica con dos mujeres -su ex esposa y su actual esposa-, da paso a una reflexión de González.
"Es una lástima, pero son problemas personales que no deberían salir a la luz pública. Marcelo fue un deportista y él era noticia por lo que hacía. Son cosas que a mí no me parece que deban saberse, tanta intimidad de una persona", dijo.
Pero es que esas personas ventilan sus intimidades en televisión. "Yo no hablo de mi vida privada, y mucho menos me gusta hablar de la de los demás", zanja González, que tuerce levemente el gesto cuando se le pregunta sobre la polémica con Guillermo Coria.
"Ya dije lo que pensaba y para mí es un asunto cerrado", dice. Pero nunca se había escuchado a González hablar así de otro colega.
