Los hombres de acero que llevaron a Huachipato a su segundo título en la historia

SANTIAGO.- La alegría era total en Las Higueras de Talcahuano. Después de 38 años de sequía Huachipato volvió a coronarse campeón del fútbol chileno.

Si bien los de la usina no mostraron un fútbol llamativo durante la fase regular del Torneo de Clausura, los playoffs fueron el escenario perfecto para que varios jugadores comenzaran a mostrar sus cartas. Nery Veloso, Lorenzo Reyes y César Cortés fueron algunos nombres que hicieron soñar a los hinchas, y se convirtieron en la columna vertebral del cuadro de Jorge Pellicer.

El meta de 24 años entró como titular en la fecha 10 ante Colo Colo, disputó 17 partidos y desde el choque contra los albos no soltó la titularidad, pese a perder por 3-0. Sus reflejos, buen achique y habilidad con las piernas lo llevaron a consagrarse como uno de los mejores porteros del Torneo de Clausura.

Sin ir más lejos, su actuación contra Rangers en la semifinal fue clave para la clasificación a la siguiente fase. El ex Colo Colo se lució ahogando en más de una ocasión el grito de gol de los talquinos con tapadas que ratificó de la misma forma en la final de vuelta. 

Otro de los puntos altos de la campaña del cuadro siderúrgico fue Lorenzo Reyes, el volante de 21 años se consagró como el patrón del medio terreno con un nivel de juego que hoy le vale ser seguido de cerca por Colo Colo y el Basilea suizo.

Su buena recuperación, toque y limpieza a la hora de pelear un balón lo hicieron disputar 22 partidos y ganarse tan solo 2 amarillas. El volante no vio la roja en todo el campeonato.

César Cortés se tranformó también en uno de los pilares fundamentales del conjunto de Talcahuano en la consecución de su segunda estrella. Con 9 goles convertidos en 20 partidos, el goleador de Huachipato coronó una de sus mejores temporadas en lo que va de su carrera profesional.

El jugador nacido en Iquique se transformó con el paso del tiempo en pieza clave del esquema de Jorge Pellicer, ganándose una camiseta de titular que justificó a lo largo del torneo, en donde jugó 1.708 minutos.

Pese a una deslucida actuación en la final de vuelta, la rapidez y explosividad que le permiten moverse por todo el frente de ataque lo llevan a estar con un pie en Universidad de Chile, según reconoció el mismo jugador.