BUENOS AIRES.- El argentino River Plate derrotó al ecuatoriano El Nacional 4-3 (1-2) la noche del miércoles, en un emotivo encuentro por la segunda fecha del Grupo 8 de la Copa Libertadores de América disputado en el estadio Monumental de Buenos Aires.
Ernesto Farías (4), Jonathan Santana (68), Daniel Montenegro (79) y Marcelo Gallardo (82) convirtieron los goles para el agónico triunfo riverplatense, mientras que Christian Lara (29) y Félix Borja (38 y 54) marcaron para El Nacional.
River, que revirtió una desventaja de dos tantos (1-3) pasó al segundo lugar del Grupo 8 con tres unidades, por debajo del puntero, el paraguayo Libertad (4), y por encima del brasileño Paulista (2) y El Nacional (1).
El encuentro abundó en situaciones de gol, producto de las numerosas fallas defensivas en ambos conjuntos, y que también parecieron trasladarse al arbitraje, porque el colombiano Oscar Ruiz sancionó por error un gol para River (el segundo), a instancias de uno de sus asistentes.
En lo previo, El Nacional había dispuesto un esquema defensivo, con cinco hombres en su última línea para frenar los embates del local, pero ese andamiaje se mostró flojo desde el comienzo, y Farías aprovechó para abrir la cuenta con un toque corto, entrando por el medio del área, tras un centro del paraguayo Julio Cáceres.
Parecía que la apertura temprana iba a favorecer más el juego de River, aunque el conjunto "millonario" también se mostró muy endeble en la zaga.
A El Nacional le bastó con apenas dos hombres, el lanzador Christian Lara y el delantero Félix Borja, para enloquecer a la defensa de River, porque Borja se las arregló con piques electrizantes para escapar siempre de la marca rival, y Lara se mostró habilidoso para acompañar y preciso en las asistencias.
En ese desarrollo de ida y vuelta, Lara dio el primer aviso de los desacoples defensivos locales con un remate apenas desviado, pero no perdonó sobre la media hora, cuando aprovechó un error de Leonardo Talamonti, que falló un despeje, y se llevó la pelota para estampar el 1-1 parcial con un derechazo alto.
A su vez, River también creaba situaciones, como una definición de Farías que Guagua salvó casi en la línea de sentencia, y un remate desviado de Paulo Ferrari.
Pero a medida que pasaban los minutos, El Nacional se mostró más incisivo en sus ataques, y después de un zurdazo de Guagua que rebotó en el travesaño, encontró el segundo tanto en un contragolpe bien definido por Borja.
Aun a pesar de ser dominado en el desarrollo del encuentro, el conjunto de las Fuerzas Armadas ecuatorianas se mostraba contundente y eficaz en la parte ofensiva, y por esa vía llegaría a contar con una diferencia que no supo mantener.
En la segunda parte, River salió como un tornado a buscar el empate, pero siguió mostrando mucho desorden en la zaga, y por eso El Nacional estiró la diferencia a 3-1 con un brillante pase de taco de Lara que Borja, escapado en solitario, definió de rebote tras chocar con el arquero Germán Lux.
Herido en su orgullo y en su amor propio, River salió a vender cara la derrota e inclinó el terreno hacia el área de Giovanni Ibarra, aunque al mismo tiempo quedaba muy desprotegido atrás.
De ese modo, El Nacional estuvo a tiro del cuarto cuando Lara desvió un remate de emboquillada, y Lux se esforzó para contener un remate del escurridizo Lara.
Sin embargo, el conjunto visitante no terminó de sentenciar el partido y River encontró una ayuda inesperada para alcanzar una remontada increíble.
Sobre los 68 minutos, a la salida de un tiro libre, Santana cabeceó y la pelota, tras dar en el travesaño, picó delante de la línea de meta y llegó a las manos de Ibarra, pero el asistente Carlos Betancur se equivocó y entendió que el balón había ingresado en la valla, por lo que el árbitro Oscar Ruiz cobró ese tanto inexistente.
A partir de allí, todo quedó en poder de River, que alcanzó el empate con un derechazo de Montenegro desde el centro del área, tras un despeje fallido de Guagua, y alcanzó el cuarto con un cabezazo en "palomita" de Gallardo.
Más allá de la controversia, River obtuvo un triunfo apoyado en el coraje y el corazón para dar vuelta un encuentro que estaba perdido y que le permite mantenerse en carrera, a la vez que El Nacional, que estuvo muy cerca de lograr una goleada histórica, se fue con las manos vacías del Monumental.
