SANTIAGO.- El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, aseguró hoy que "ni en los peores momentos" del 2001 la tasa de desocupación nacional alcanzará a cifras de dos dígitos.
Indicó que este optimismo se basa en la estacionalidad positiva propia del verano, la recuperación de la generación de puestos de trabajo en el sector privado, y en los recursos que contempla el Presupuesto para crear 46.000 nuevos empleos durante el próximo año, a través de programas intensivos en mano de obra en los sectores Vivienda y Obras Públicas.
"Lo importante es tener tranquilidad y no sobre dramatizar la situación. El gobierno está consciente que la situación del desempleo es extremadamente grave. Sería una ofensa para los desempleados minimizar esta realidad", dijo Eyzaguirre, añadiendo que si bien la tasa de desocupación se incrementó a un 10,7% en el trimestre móvil julio-septiembre 2000, lo importante es que por primera vez se generaron nuevas plazas de trabajo, lo que indica que "la economía está creando empleos y no destruyéndolos".
"La nueva creación de empleos no ha sido suficiente para absorber el número de nuevas personas que están buscando trabajo. Si bien septiembre fue marginalmente peor que junio, fue mejor que julio y agosto, por lo que el peak del desempleo ya pasó. Dado que se inicia el período primavera-verano que tendrá una estacionalidad positiva principalmente en el agro y la construcción, en lo sucesivo, la tasa sólo podrá bajar", afirmó.
Precisó que si los recursos públicos no son suficientes para garantizar la creación de puestos de trabajo durante el 2001 y el empleo privado no se recupera tal como se prevé, el gobierno tomará medidas adicionales "sobre la base de distribuir recursos y entregar nuevas fuentes de financiamiento en el marco de lo que es una política fiscal responsable".
En este sentido, Eyzaguirre sostuvo que se están estudiando nuevos programas de absorción del desempleo, cuya modalidad aún no está definida, ya que "los empleos municipales tuvieron virtudes, pero también problemas".
Puntualizó que el error de cálculo frente a la variación máxima que alcanzó la tasa de desempleo, tiene su origen en que el gobierno subestimó los ajustes internos que hicieron las empresas, que en la práctica llevaron a abastecer una mayor producción sin contratar gente adicional.
"Esta situación no puede permanecer para siempre... Es demasiado pronto para concluir que hay efectos estructurales que están incidiendo en esto. Si los hubiera, eso se reflejaría en que no podríamos volver a tasas que tuvimos a mediados de los 90... Sin duda, el empleo tendrá que crecer durante el 2001", comentó.
