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Dos asesinos fueron ejecutados en Estados Unidos

En los estados de Texas y Georgia se les aplicó la inyección letal a Troy Kunkle y Timothy Don Carr.

26 de Enero de 2005 | 08:48 | EFE
HUNTSVILLE, Estados Unidos.- Un hombre que asesinó al empleado de un local comercial mientras recitaba la letra de una canción de rock pesado y al que había robado 13 dólares, fue ejecutado hoy en el estado de Texas, según se anunció oficialmente.

La ejecución de Troy Kunkle se llevó a cabo con una inyección letal y minutos después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. votara cinco contra cuatro un aplazamiento del castigo.

Kunkle, de 38 años, recibió una inyección letal por la muerte de Stephen Horton, hace más de 20 años, media hora después de que el estado de Georgia ejecutara al asesino de un estudiante.

Según un portavoz de la prisión de Huntsville, Kunkle rezó un Padre Nuestro antes de indicar al alcaide que estaba listo para recibir la inyección.

Y mientras la combinación de sustancias hacía efecto, miró a sus amigos y familiares musitando "los amo".

Kunkle había logrado eludir el castigo en dos ocasiones ante solicitudes de aplazamiento pedidas por sus abogados que alegaban que, en el momento del crimen, había perdido la razón debido al consumo de alcohol y alucinógenos.

Minutos antes en Jackson, Georgia, había recibido un castigo similar Timothy Don Carr, de 34 años, por la muerte de Keith Young, de 17 años, a quien quitó la vida a golpes de bate y tras intentar degollarlo.

"Es el momento de que se haga justicia", dijo Carr en una declaración poco antes de yacer en la camilla donde se le aplicó la inyección que le causó la muerte siete minutos después.

La ejecución se llevó a cabo tras confirmarse que se habían rechazado apelaciones y peticiones de clemencia presentadas a última hora por sus abogados.

Durante el juicio, los fiscales alegaron que Carr y su novia Melissa Burgeson, junto con dos menores de edad, llevaron a Young a una zona remota del sur de Atlanta en su propio automóvil.

Los menores de edad, que se presentaron como testigos de cargo durante el juicio, fueron enjuiciados en una corte juvenil y Burgeson fue condenada a cadena perpetua.

Sin compasión

Texas, el estado más inclemente en la aplicación de la pena de muerte en EE.UU., tenía previsto ejecutar el jueves a George Jones, declarado culpable de asesinar a un hombre a quien robó su automóvil en Dallas, en 1993.

Esa ejecución fue aplazada por un tribunal de apelaciones de Texas para permitir que los abogados de Jones presenten pruebas de que su cliente es un retardado mental.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos restableció la pena de muerte en 1976 y desde ese año han sido ejecutadas 948 personas.

Más de un tercio de esas ejecuciones (338) se han llevado a cabo en Texas.
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