MADRID.- Siete segundos fue el tiempo que el presidente estadounidense George W. Bush dedicó el martes en Bruselas al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, según un cálculo preciso de la prensa española: cinco segundos para decir buen día y dos para decir adiós.
"¡Hola! ¿qué tal, amigo?", fueron las pocas palabras de cortesía que el presidente norteamericano le dijo en castellano a Zapatero, entre una palmada al Primer Ministro británico Tony Blair y un beso al Presidente del Consejo italiano Silvio Berlusconi, que el dirigente español respondió con un "Muy bien ¿y tú?".
Más tarde habría un breve adiós, de dos segundos, durante la foto de familia, según el relato de los diarios españoles.
La presa destaca que en cambio, el Presidente estadounidense encontró el tiempo necesario para cenar o almorzar con el Presidente francés, Jacques Chirac, con Blair y con el Canciller alemán, Gerhard Schroeder, reunirse con el Presidente del Consejo italiano, el Presidente de Ucrania, Viktor Yushchenko y el Primer Ministro búlgaro
Las relaciones entre Estados Unidos y España, muy estrechas durante el anterior gobierno español del conservador José María Aznar, se deterioraron notablemente tras la llegada al poder, en abril de 2004, del Presidente Zapatero, que inmediatamente anunció la retirada de las tropas españolas de Irak.
Sin embargo, la animosidad estadounidense hacia Zapatero proviene, más que nada, del hecho de que el gobernante español, siendo jefe de la oposición, permaneció sentado al paso de la bandera norteamericana durante la Fiesta de la Hispanidad en octubre de 2003, algunos meses después de comenzar la guerra de Irak.
En rueda de prensa en Bruselas, Zapatero aseguró que las relaciones con el presidente Bush son "normales". El miércoles ante el Senado en Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, afirmó que son "privilegiadas".
Sin embargo, el diario ABC, sumamente crítico hacia el gobierno socialista, estima que Estados Unidos no debe ir demasiado lejos.
"Nadie debería quedar excluido de la nueva era de unidad transatlántica", afirma ABC en su editorial, antes de añadir que "para cualquiera con un mínimo de patriotismo, esta situación comienza a ir más allá del malestar razonable que debe exhibir Estados Unidos hacia un gobierno socialista que no ha hecho bien las cosas. España no se lo merece".
