LA PAZ.- Productores de coca en Bolivia cercaron cuatro pozos petroleros en la región de Cochabamba (centro), obligando al traslado de las tropas militares hacia esa zona, en momentos en que la ciudad de El Alto se mantiene paralizada y no ceden los bloqueos en el sur y oriente del país.
En la población de Bulo Bulo, trópico de Cochabamba, campesinos rodearon el sábado las instalaciones de la empresa Chaco, filial de la British Petroleum, que concertó con los manifestantes el cierre temporal de operaciones de uno de los pozos para evitar su ocupación.
"Queremos que se apruebe la Ley de Hidrocarburos con un 50 por ciento de regalías para el estado boliviano, pedir la ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente para estructurar un país que esté acorde a nuestra realidad. Además, el juicio de responsabilidades contra (el ex presidente) Gonzalo Sánchez de Lozada", explicó Johnny Aliaga, representante local.
Los lugareños se oponen a un impuesto del 32 por ciento y regalías de 18 por ciento para el sector de los hidrocarburos, ante la eventual aprobación en el Parlamento de dicho régimen tributario.
El superintendente de Hidrocarburos, Hugo De la Fuente, aclaró a medios locales que el pozo fue "apagado" para "no poner en peligro el lugar".
Indicó, igualmente, que un grupo de soldados y policías se trasladó hasta esa zona, donde -aseguró- "hay completa tranquilidad".
"Se ha militarizado el lugar, hay militares y policías", agregó De la Fuente, al confirmar que tropas de la Novena División del Ejército) resguardan ese sitio.
Por su parte, la ciudad de El Alto, vecina a La Paz, ratificó su decisión de radicalizar el paro que inició hace cinco días exigiendo la salida de la empresa "Aguas del Illimani", filial de la francesa Suez Lyonnaise des Eaux.
La Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) solicitó igualmente la renuncia del alcalde local, José Luis Paredes, a quien acusan de "traición", y amenazó con cercar el Parlamento demandando su cierre.
Pese a las gestiones de la Defensoría del Pueblo y de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, los acercamientos entre los dirigentes El Alto y el gobierno no han permitido un acuerdo en cuanto a la conformación de la nueva compañía prestadora del servicio de agua potable.
Además de las protestas en Bulo Bulo y El Alto, el director de Prevención de Conflictos, Gregorio Lanza, confirmó que se mantienen los bloqueos en los departamentos de Chuquisaca -donde se encuentra la capital constitucional, Sucre (sur)- y Potosí (suroeste).
"Son problemas que están involucrados a la Ley de Hidrocarburos, son las decisiones que se han procesado en el Parlamento las que están teniendo algunas reacciones de esa naturaleza y esperamos que los propios actores políticos puedan sentarse en una mesa y ponerse de acuerdo sobre qué camino le van a dar al país", aseguró.
En Yapacaní (Santa Cruz), los habitantes exigen el 10 por ciento de las regalías a favor de los municipios productores y el 3 por ciento para el resto del país.
Las movilizaciones en Chuquisaca demandan la ley petrolera y la realización de la Constituyente, como escenario para redactar la nueva Carta Magna y discutir sobre autonomías.
Lanza lamentó que el país se esté "desangrando" debido a las protestas y estimó que "un cuerpo social, como es un Estado, no puede vivir en un estado permanente de tensión y de enfrentamiento".
"El gobierno sigue manteniendo la política del diálogo (...) vamos a utilizar el diálogo, ésa es la única forma en que se puede encarar la situación de crisis que vive el país", sentenció Lanza, aunque admitió que las fuerza del orden están resguardando los derechos de los terceros y buscando evitar que se cometan excesos.
Bolivia está a punto de completar su primera semana de conflictos sociales, que en días pasados la mantuvieron incomunicada con sus vecinos de Argentina, Chile y Perú.
