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Papa podría necesitar tubo en la garganta en forma permanente

Médicos expertos en traqueotomía afirman que el mayor temor es que el Santo Padre contraiga una infección a través del tubo respiratorio.

14 de Marzo de 2005 | 13:04 | Reuters
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Juan Pablo II podría tener que mantener el tubo que le ayuda a respirar en su garganta por el resto de su vida, aumentando el riesgo de infección, dijeron hoy expertos médicos.

Los especialistas, que hablaron un día después de que el Papa de 84 años dejara el hospital, dijeron que las personas que velan por su salud deberán esforzarse para ayudarlo a recuperarse de la traqueotomía que le practicaron el mes pasado para aliviar sus serios problemas respiratorios.

Tendrán que familiarizarse con una serie de tubos, máquinas y filtros que se utilizan para los pacientes después de las traqueotomías.

El mayor temor es que ocurra una infección, aunque los expertos médicos coincidieron en que no era un gran riesgo si el tubo respiratorio del Papa -un instrumento conocido como cánula- se mantiene limpio.

"Sin duda, una persona que tiene que respirar por la tráquea tiene una mayor posibilidad, teóricamente, de infección que una que respira por medio de la nariz y la garganta", afirmó el profesor Roberto Filipo, especialista en garganta de la Universidad de Roma.

"Los filtros naturales provistos por la nariz y la garganta no están disponibles", dijo en entrevista telefónica.

El Papa, quien fue sometido a la traqueotomía el 24 de febrero, continuará con una terapia en el Vaticano para mejorar la respiración y el habla.

"Si sufriera un resfrío o una gripe, o una infección pectoral, los requisitos (de limpieza y mantenimiento del tubo) aumentarían porque al tubo ingresarían más secreciones desde el pecho", dijo el doctor Khalid Ghufoor de los hospitales St Bartholomew’s y Real de Londres.

El tubo mismo podría producir una infección si irrita la tráquea.

Pero Ghufoor, quien habló desde Londres, dijo que el riesgo se reducía en gran medida por medio del cuidado adecuado del equipo.

"El principal riesgo para él parece ser su condición general de salud, en lugar de cualquier riesgo ambiental específico", agregó Ghufoor.

Ambos especialistas afirmaron que el líder de la Iglesia Católica podría tener que soportar el tubo por el resto de sus días porque también padece la enfermedad de Parkinson, una condición neurológica progresiva que produce rigidez muscular y afecta la respiración normal.

"Si (el Parkinson) fuera la principal razón de su declive, entonces es probable que el tubo continúe", dijo Ghufoor.

Filipo coincidió con él al decir que "en este momento, tengo una fuerte sospecha de que (el tubo) se quedará".

El domingo, el Papa habló por primera vez en público y los médicos dijeron que podrá usar su voz en forma moderada.

El Pontífice ha delegado a los cardenales la tarea de oficiar los eventos de Semana Santa, entre el 20 y el 27 de marzo.
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