Mónaco.- Los habitantes de Mónaco se preparan para la muerte del príncipe Rainiero, en tanto sus médicos informaron que su estado de salud se ha estabilizado ligeramente dentro de la gravedad, aunque sus posibilidades de recuperación son "muy inciertas".
Las funciones coronarias, pulmonares y renales se han "estabilizado", dice el comunicado oficial de palacio. El príncipe, de 81 años, se encuentra "consciente pero recibe medicamentos para soportar la respiración artificial, absolutamente necesaria". El sábado, los médicos habían hablado de un dramático empeoramiento.
Durante la misa del Domingo de Resurrección en la catedral de Mónaco se pronunció una oración especial para Rainiero. Los monegascos lloran, algunos portan velas y hacen guardia delante de la clínica en la que permanece ingresado el príncipe. "Con estos comunicados oficiales se nos quiere preparar para su muerte", decía una transeúnte.
La difusión de otro comunicado acerca del estado de salud del príncipe fue anunciada sin indicar el momento concreto.
El príncipe heredero Alberto, de 47 años, sus hermanas las princesas Carolina, de 48, y Estefanía, de 40, visitan regularmente a su padre en la clínica. También dos hijos de la princesa Carolina, Pierre, de 17 años, y Andrea, de 20, visitaron ayer a su abuelo.
Al parecer, en el principado ya comenzaron los preparativos para el funeral. "Si el príncipe muere, no se puede dejar nada al azar. Todos deberán ser informados, desde el emperador de Japón hasta el último retoño de la familia Grimaldi", decían fuentes diplomáticas.
Rainiero ingresó en el hospital el 7 de marzo con una grave infección pulmonar y el martes pasado entró en la unidad de cuidados intensivos. El papa Juan Pablo II hizo llegar ayer a Rainiero y a su familia una "especial bendición apostólica".
