KLOSTERS, Suiza/LONDRES.- El príncipe Carlos de Inglaterra no parece muy relajado una semana antes de su boda con Camilla Parker Bowles.
Durante una sesión de fotos con sus hijos Guillermo y Harry en el comienzo de una semana de vacaciones en la estación de esquí de Klosters, en Suiza, Carlos apenas ocultó su mal humor.
Cuando se le preguntó cómo se sentía a pocos días antes del gran día, respondió burlonamente: "Me alegro mucho de que hayan oído hablar de ello".
Mientras los fotógrafos tomaban fotos, el príncipe murmuraba por lo bajo: "Seres detestables". Y poco después comentó: "Odio esto".
Quizá pensó que nadie lo escucharía, pero los reporteros habían colocado micrófonos delante suyo. El encargado de asuntos reales de la BBC dijo que la sesión de fotos fue "una catástrofe".
Carlos pasa cada año en torno a estas fechas una semana con sus hijos en Klosters. Y siempre posa para los fotógrafos, bajo el acuerdo de que el resto del año dejarán en paz a los príncipes.
Pero esta vez los reporteros no respetaron el arreglo. En las portadas de numerosos diarios sensacionalistas podían verse hoy fotos de Guillermo con su novia Kate Middleton, que lo acompañó a Klosters.
