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Los rezos de millones de fieles se unen al sufrimiento del Papa

Las muestras de apoyo al Pontífice se multiplican por todo el mundo, aunque el pronóstico no es muy optimista. Así, el cardenal polaco Andrea Deskur indicó que el anciano Papa, de 84 años, "se apaga serenamente".

01 de Abril de 2005 | 08:06 | EFE

Las oraciones se multiplican en la Plaza San Pedro.
CIUDAD DEL VATICANO.- Millones de fieles se unieron hoy con sus rezos en el Vaticano y en todo el mundo católico al sufrimiento del Papa Juan Pablo II, que se encuentra en estado muy grave, aunque consciente, tras sufrir un paro cardiovascular.

Miles de personas, entre fieles, turistas y curiosos, se acercaron con las primeras luces de hoy a la Plaza de San Pedro, desde donde rezan con la mirada puesta en el tercer piso del Palacio Apostólico, que alberga las dependencias papales.

El ambiente general es de ansiedad, inquietud y cierta resignación, como reflejaban las declaraciones de algunos miembros de la Curia Romana que desfilaron durante la mañana por los aposentos del Papa Wojtyla.

"Está totalmente entregado a la voluntad de Dios", señaló el cardenal vicario de Roma, Camillo Ruini, mientras el cardenal polaco Andrea Deskur indicaba que el anciano Papa, de 84 años, "se apaga serenamente".

En la Basílica de San Pedro del Vaticano se celebran de forma ininterrumpida misas a las que acuden muchos más fieles de lo habitual entre muestras de solidaridad y dolor.

En el exterior, en las inmediaciones del Palacio Apostólico, se podían ver a muchas personas rezando de rodillas por la salud del Papa, como dos jóvenes italianas que se abrazaban y repetían entre lágrimas "se está muriendo, se está muriendo".

Algo más confiados se mostraba un grupo de muchachos españoles, que afirmaron que no dejarían de rezar porque, pese a reconocer que la situación es crítica, mantienen aún la esperanza.

La preocupación por el agravamiento de la salud del Papa se ha extendido al mundo político italiano, que ha decidido suspender la campaña para las próximas elecciones regionales, que tendrán lugar los días 3 y 4 de este mes, como muestra de respeto al Pontífice.

La iniciativa ha partido de los líderes de los principales partidos y pronto a encontrado el respaldo de la mayoría, aunque el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, descartó que los comicios vayan a ser pospuestos a causa del estado del Papa.

Plan de acción

Mientras tanto, los responsables de las fuerzas de seguridad italianas han mantenido una reunión de urgencia para elaborar un plan de acción ante la previsible afluencia de decenas de miles de personas en los próximos días.

"Fue una reunión dirigida exclusivamente a organizar de la mejor manera las cuestiones relativas al orden público en vista de la llegada de centenares de miles de peregrinos, preocupados por la salud del Pontífice", indicó el prefecto (gobernador civil) de Roma, Achille Serra.

Por el momento, las medidas de seguridad ya han sido reforzadas en las inmediaciones del Vaticano, con el despliegue de policías, carabineros (policía militarizada) y agentes municipales.

Casi tan numerosos como las fuerzas del orden son los periodistas y camarógrafos de los cinco continentes, que han tomado posiciones en los alrededores de la Santa Sede y retransmiten de forma ininterrumpida a todo el mundo.

Deseos de recuperación

Desde Filipinas hasta India, México o Australia los fieles se han volcado en sus plegarias por el Papa y deseos de recuperación, a los que también se han unido países como Indonesia, la nación musulmana más poblada del mundo.

En Polonia, el país natal de Juan Pablo II, su evolución se sigue en un ambiente de fervor e inquietud, y los ciudadanos han acudido masivamente a los templos a rezar por Karol Wojtyla.

Las oraciones están revestidas de especial emotividad en Wadowice, donde el Pontífice nació el 18 de mayo de 1920; allí, los católicos se congregaron en la basílica en la que fue bautizado e hizo la primera comunión para pedir por su salud ante la imagen de la Virgen del Socorro.

También en Cracovia, la ciudad en la que Juan Pablo II trabajó durante decenios como obispo metropolitano, los fieles se han reunido ante el palacio de la curia, bajo la ventana a la que siempre se asomó el Papa cuando visitó la ciudad, para pedir que, una vez más, salga adelante.
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