RIO DE JANEIRO.- El asesinato de un sacerdote por el esposo de su amante, una ex novicia católica, cerca de Goiás (centro de Brasil) reflotó el caso de otros dos asesinatos de curas en 2002 y 2004, al parecer por motivos pasionales, informaron fuentes oficiales citadas por la prensa este martes.
El cura José Antonio Perira Torres, de 54 años, fue baleado por el esposo de la ex novicia, José Amilton Coelho de Souza, de 35 años, quien sorprendió a su esposa, Creuza Soares Macena, de 44 años, en un motel de la localidad de Aparecida de Goiás, refirió el diario O Globo de Rio de Janeiro.
El celoso marido, quien le propinó cuatro disparos al sacerdote, se entregó a la policía y declaró que cometió el crimen porque no soportó la traición de su mujer, la ex novicia, quien a su vez dijo a la policía que desde hace tiempo mantenía la relación con el sacerdote y que planeaban fugarse.
El religioso asesinado se encontraba marginado de sus funciones eclesiásticas tras haber intentado asesinar, en mayo pasado, a su hermano en una disputa por la herencia familiar, recordó el diario.
Pero el crimen de Torres revivió el intrincado caso del asesinato de otros dos sacerdotes católicos en Goiás, debido a que la víctima era pieza clave en ambas investigaciones.
Esos asesinatos fueron los del sacerdote Adriano Moreira Curado, de 27 años, quien murió envenenado el 17 de abril de 2002; y el del padre Moacir Bernardino da Silva, 60 años, asesinado de dos disparos el 9 de junio del año pasado.
Para la policía el padre da Silva era el principal sospechoso de la muerte del joven sacerdote Curado, en tanto que el cura Torres era considerado una figura importante en la investigación por el asesinato de da Silva.
Los asesinatos del joven y anciano sacerdotes están enmarcados -al parecer- en un complejo caso de robo de dinero parroquial y de orgías en la parroquia, según testimonios y grabaciones de conversaciones telefónicas, indicó a la prensa el delegado policial Eurípedes da Silva, quien investigó los crímenes, aún sin resolver.
