CARACAS.- Centenares de venezolanos se manifestaron hoy en Caracas para exigir la extradición del exiliado cubano Luis Posada Carriles, detenido en Estados Unidos y que ha sido acusado de organizar en 1976 un atentado aéreo que ocasionó 73 muertes.
Las manifestaciones son parte de las protestas nacionales convocadas por el Gobierno. La televisión estatal informó que millares más participaron en otras ciudades del país para exigir que Washington entregue a Posada Carriles. No fue posible obtener cálculos precisos de los participantes de esas ciudades.
Muchedumbres partidarias del Presidente Hugo Chávez se reunieron en la histórica Plaza Bolívar de Caracas y bailaron al compás de una orquesta que tocó, entre otras canciones, un tema que instaba a todos a "luchar contra la protección de Luis Posada Carriles" por parte de Estados Unidos.
"Legalmente, los Estados Unidos deben extraditar a Posada Carriles, un terrorista que cometió delitos en Venezuela cuando planificó el atentado aquí y luego escapó de la cárcel", dijo Carlos Bracamante, un comerciante de 48 años.
Venezuela desea enjuiciar al individuo de 77 años, firme opositor del Presidente cubano, Fidel Castro, al que acusa de asesinato y traición por el atentado que destruyó un avión de Cubana de Aviación tras su despegue de las islas Barbados.
Posada Carriles, que fue agente de la CIA y adoptó la ciudadanía venezolana, está acusado de organizar el ataque en Caracas.
Dos individuos vinculados con Posada Carriles presuntamente colocaron la bomba y fueron condenados a 20 años de cárcel. Posada fue absuelto dos veces y escapó de una prisión venezolana en 1985 mientras los fiscales apelaban el segundo dictamen.
La decisión de las autoridades estadounidenses de acusar a Posada Carriles de entrar ilegalmente al país ha sido muy criticada por Chávez, quien ha acusado a Washington de albergar a un terrorista y de tratar de justificar el no extraditarlo.
"Ese hombre mató a gente inocente en su campaña contra los revolucionarios en muchas partes de América Latina durante décadas", dijo el manifestante Manuel Montañez, de 44 años. "No entiendo cómo ellos en Washington pueden decir que luchan contra los terroristas, pero se niegan a enviar uno a enfrentar justicia".
Posada Carriles está encarcelado sin fianza en un centro federal de detención en el Paso, Texas, donde espera una audiencia fijada para el 13 de junio.
De acuerdo con los fiscales, Posada Carriles se escapó de prisión en dos oportunidades. En 1982, vestido con uniforme militar, escapó tras tomar como rehén a un guardia de la cárcel mientras amenazaba con lanzar una granada y efectuar disparos, dijeron las autoridades. Fue capturado al día siguiente junto con un cómplice.
Pero en 1985 volvió a escapar. Según informes de prensa de ese momento, las autoridades dijeron que sobornó con unos 28.600 dólares a funcionarios de la prisión y salió caminando. Algunos relatos indican que estaba vestido de cura.
Algunos de sus allegados han expresado que de inmediato comenzó a trabajar en el proyecto Irán-Contras, ayudándole a la Casa Blanca a enviar ilegalmente armas a los rebeldes centroamericanos. El estaba en la Base Aérea Ilopango de El Salvador y habría utilizado el nombre de Ramón Medina.
El canciller Ali Rodríguez expresó que Washington debe extraditar a Posada Carriles.
"El gobierno norteamericano está obligado a traer este hombre a Venezuela para que culmine el proceso judicial que él tiene pendiente en Venezuela", sostuvo Rodríguez.
La decisión de las autoridades estadounidenses de acusar a Posada Carriles sólo por delitos relacionados con la transgresión a las normativas de inmigración también ha generado críticas entre una veintena de legisladores demócratas de Estados Unidos.
El grupo envió una carta al Presidente George W. Bush, describiendo a Posada Carriles como un "terrorista" y manifestando que debería ser entregado a Venezuela.
En una declaración escrita, el representante demócrata José Serrano dijo: "Aquí tenemos a un señor que ha admitido cometer ataques terroristas, que escapó de la justicia sobornando a sus guardias... ¿y no queremos extraditarlo para que enfrente a la justicia?".
"¿Cómo podemos nosotros sin ninguna credibilidad pedir a otras naciones que nos ayuden con nuestra lucha mundial contra el terrorismo cuando no cooperamos con otros países en procedimientos antiterroristas?", agregó Serrano.