CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI saludó hoy a un grupo de fieles chinos reunidos en la Plaza San Pedro, en una acción no planeada pero que constituye un gesto muy simbólico en medio de informes sobre una distensión de las relaciones entre el Vaticano y China.
El Sumo Pontífice, de 78 años, se salió de su camino para saludar personalmente a un grupo de discapacitados de Hong Kong que usaban la tradicional vestimenta china. Benedicto XVI posó con ellos para una fotografía.
Esta acción no programada parece reforzar los indicios de que el Papa está buscando mejorar las relaciones con China, bajo riesgo de cortar lazos con Taiwan.
El Vaticano trasladó su embajada en Pekín a Taipei en la década de los 50, luego de que los comunistas chinos fundaran su propia iglesia y nombraran a sus propios obispos.
Rumores...
Los rumores sobre un incremento de los esfuerzos por parte del Vaticano para restablecer las relaciones con China surgieron el 19 de abril, día en el que el cardenal Joseph Ratzinger fue elegido Papa.
Este mes, en un discurso ante el cuerpo diplomático, Benedicto XVI manifestó su esperanza de que el Vaticano restablezca pronto relaciones con los países que aún no están representados en la Sede Apostólica.
El Vaticano es uno de los 26 Estados que reconocen a Taiwan, territorio que Pekín considera una provincia
