BRASIL.- En un evento sin precedentes, casi dos millones de personas participaron este domingo en el Desfile del Orgullo Homosexual de Sao Paulo y exigieron la aprobación en Brasil de la ley en favor del las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
Pese a que la policía no había hecho un cálculo definitivo al finalizar la tarde, cuando los manifestantes ocupaban totalmente las dos pistas de la avenida Paulista, los organizadores del desfile dijeron haber cumplido su meta y reunido a un poco más de dos millones de homosexuales y simpatizantes de la causa.
El primer cálculo oficial de la policía era de un millón de participantes, cuando los espectáculos musicales aún no habían comenzado.
El desfile del año pasado en Sao Paulo había sido el mayor del mundo con 1,5 millones de personas, y el de este año, en su novena edición, entrará al Libro Guinness de Récords.
La multitud, que portaba numerosas banderas con los colores del arco iris (símbolo mundial de los homosexuales), desfiló por la avenida Paulista, el corazón financiero de Sao Paulo, y por la avenida Consolación, en el centro de la ciudad.
La marcha, que comenzó cerca del mediodía, terminó al caer la noche en la céntrica Plaza de la República, con un espectáculo musical en el que participaron varios artistas.
"Unión civil de inmediato"
A pesar del ambiente festivo, con muchos manifestantes disfrazados y participando en comparsas, lluvia de confeti, globos de colores y carros alegóricos, los organizadores reiteraron la seriedad de sus reivindicaciones y el "grito de guerra" de este año: "unión civil de inmediato y derechos iguales".
Se trata de una alusión al proyecto de ley que desde hace 10 años se tramita en el Congreso brasileño y que reconoce la "unión civil" entre las parejas del mismo sexo.
Aunque no legaliza expresamente el matrimonio entre personas del mismo sexo, la iniciativa reconoce legalmente sus uniones, lo que garantizará a los homosexuales derechos como pensiones, herencias y beneficios familiares.
El proyecto de ley, al que se oponen legisladores vinculados a grupos religiosos, fue propuesto en 1995 por la hoy ex alcaldesa de Sao Paulo Marta Suplicy, una importante correligionaria del presidente Lula da Silva en el socialista Partido de los Trabajadores (PT) y que estuvo presente en la marcha.
Para reforzar la reivindicación del desfile este año, la Asociación le otorgó el pasado jueves al Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el premio Personalidad Internacional del Año, que recogió el embajador de España en Brasil, Ricardo Peidró Conde.
Rodríguez Zapatero fue homenajeado por su labor en beneficio del mundo homosexual, en especial por la reciente aprobación en el Congreso de la ley que prevé el matrimonio entre personas del mismo sexo.
