KENTUCKY.- Luego de casi siete años, la madre de Brandi Stahr iba a declarar legalmente muerta a su hija pero resultó que estaba viva en Kentucky, trabajando como encargada de un almacén Samïs Club utilizando su nombre verdadero y su número de seguridad social.
Stahr era una estudiante de la Universidad A&M de Texas cuando desapareció en 1998, aparentemente luego de haber tenido una discusión con su madre respecto a sus calificaciones.
La policía de Texas pensó que habría sido asesinada. Buscaron su cuerpo por el condado de Brazos, interrogaron a un violador múltiple y a un asesino horas antes de ser ejecutado el año pasado.
Pero el mes pasado, la policía estatal de Texas y la policía de alguaciles federales la encontraron en Florence, un suburbio de Cincinnati, cerca de la ruta Interestatal 75.
En los últimos cinco años, Stahr, 27, estaba escondida pero a plena vista trabajando en varios comercios por la ruta interestatal.
Las organizaciones que buscan a personas desaparecidas explicaron que el caso de Sthar sirve como un recordatorio de que no todos los casos son lo que aparentan ser.
Según la FBI, muchos que están anotados como desaparecidos no son víctimas de actos delictivos sino que simplemente quisieron desaparece, según informó El Diario de Nueva York.