QUITO.- El presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, remitió el miércoles al parlamento un proyecto de ley que contempla incentivos tributarios para los inversores que impulsen proyectos en el país por sobre los siete millones de dólares, especialmente en los sectores energéticos.
La iniciativa presidencial prevé que las empresas que se radiquen en el país gocen de la eximición del pago del Impuesto a la Renta y otros tributos regionales durante 10 años, a partir de que inicien su producción efectiva.
Asimismo, disfrutarán por un lapso similar de una exoneración en el pago de los impuestos que gravan la exportación de productos, y tendrán la posibilidad de importar materia prima y bienes de capital sin cargos fiscales.
El mandatario envió el proyecto pese a que la ministra de Economía, Magdalena Barreiro, afirmó en la víspera que necesitaba tiempo para analizar las consecuencias fiscales de la aplicacin de un sistema de exoneraciones tributarias que, según analistas, podría debilitar aún más las endebles cuentas públicas.
El proyecto contempla que los beneficios se apliquen para proyectos de generacin hidroeléctrica y alternativa, así como para iniciativas para la refinación de petróleo y la producción de bienes para la industria petroquímica y tecnológica.
Palacio -un médico independiente que no goza del apoyo de ningún partido político- aseguró que los impuestos deben ser considerados más como instrumentos que estimulen "la inversión, la reinversión, el ahorro y su destino hacia los fines productivos y el desarrollo nacional".
Los tributos representan aproximadamente el 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), un nivel muy pobre frente a los registrados en otros países de la región.
En el comunicado no se especifica si los inversores deberán mantener un ritmo anual mínimo de inversiones, ni se mencionan los condicionantes paralelos a cumplir para mantener las exoneraciones, una práctica tributaria que se aplica en algunas zonas francas que operan marginalmente y con pobres volúmenes.
La propuesta fue inicialmente lanzada por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, quien buscaba facilitar nuevas inversiones en la urbe, que ha perdido atractivo frente a otras plazas locales y de la región por sus altos costos internos y la vigencia de la dolarización.
Ante la caida de las inversiones, Guayaquil vive una agudización de sus problemas sociales -como el desempleo y el crecimiento de pandillas- que socava la gestión de Nebot, uno de los líderes del poderoso Partido Social Cristiano (PSC), el más grande del país.
A partir de que adoptó el dólar estadounidense como moneda en el 2000, Ecuador registró un crecimiento promedio de 4,2 por ciento anual. Pero el repunte ha obedecido al dinamismo del sector petrolero, imán de inversiones y gran generador de divisas, pero con una reducida capacidad de absorción de mano de obra.
La economía no petrolera, en contraparte, ha registrado un pobre desempeño, pese a que en el último año se ha visto beneficiada por la debilidad del dólar.
Algunos analistas han insistido en que el país debe emprender reformas para conseguir un crecimiento más equitativo, pero la exoneración de impuestos no era parte del programa sugerido para ello.
