Marco Enríquez-Ominami: "El cine y la política tienen muchísimo que ver"

SANTIAGO.- Un día mirando a través de la cámara, otro día ocupando su puesto en el Hemiciclo de la Cámara. Así ha tenido que repartir su tiempo el diputado Marco Enríquez-Ominami, un político y cineasta al mismo tiempo, que este jueves llega a la cartelera con la comedia "Mansacue".

El parlamentario habló con Emol sin renegar de los escollos que trae el tener que afanarse entre dos arenas, pero afirmando con convicción el paralelo que observa entre dos "formas de genererar debate": el cine y la política.

Basada en la serie televisiva "La vida es una lotería", la película intenta ser el retrato del Chile actual, sin necesariamente llegar a convertirse en un panfleto, sino que mostrándolo "con todas sus debilidades y todas sus fortalezas".

- ¿Cuál es la principal diferencia entre la película y la serie de televisión que la inspira?
"Yo creo esa es la gran pregunta. En el cine chileno, si es una copia no es grave, pero que sea una fotocopia es muy grave. Esta película tiene historias más audaces, son tramas más agresivas, son casos más extremos, puesto que consideran historias de gente que no lo gana, sino que lo pierde (el premio Kino). También está filmada en locaciones periféricas súper potentes. Por ejemplo, cerca de la frontera con Bolivia a 4.200 metros de altura; y en otra periferia de Chile, que es La Pincoya. Son locaciones que no son de las esferas que tienen mucho mayor empuje, como las locaciones que hemos podido usar antes (en la serie de televisión)".

- ¿Las dos historias y el cortometraje incluido mantienen el mismo tono o hay variaciones considerables?
"Son muy distintas, pese a que se mezclan algunos actores. Son tres películas: dos mediometrajes y una sorpresa, donde está la Karen (Doggenweiler, su esposa), y donde actúa Daniel Vilches en un sketch muy simpático. Los mediometrajes se contrastan, ya que tienen apreciaciones distintas respecto a la ambición y al retrato del Chile de hoy. También tiene que ver con ciertos valores, sin discursos ni panfletos, que la película trata de transmitir. Lo de la frontera con Bolivia es muy bonito, porque se filma a una comunidad Aymará. Y en esa comunidad hay leyes tácitas, no escritas, como la ley de la reciprocidad, todo lo deben compartir. Y eso es bien bonito".

- ¿Hay un intento por reflejar a la sociedad chilena en estas historias?
"Claro, con mucha humildad, sin discursos ni panfletos, trato de retratar el Chile de hoy con todas sus debilidades y todas sus fortalezas".

- En la película trabajan varias figuras del espectáculo, no necesariamente actores, como Peter Rock, Miguelo o la propia Karen Doggenweiler. ¿Cómo fue trabajar con ellos?
"Espectacular, son súper profesionales. Miguelo y Peter Rock hicieron de tiras, de la Policía de Investigaciones, con mucho humor. Se los recomiendo a otros directores".

- ¿Cómo ha sido vivir entre el cine y la política en este tiempo?
"Hay una parte que ha sido súper tóxica, porque para poder hacer buen arte hay que tener una capacidad de observación, la capacidad de ocio, que no te lo da la política. Esto es todos los días con los dedos puestos en el enchufe. Entonces por un lado ha faltado capacidad de observación y distancia con los temas. Por otro lado, uno siente que esto también amerita un gran largometraje, que estoy preparando y se llama el 'El honorable'".

- ¿Se pueden adelantar detalles sobre este trabajo?
"Nada. Estoy escribiéndolo con un guionista y nos estamos riendo mucho. Lo escribimos en las noches y el título es 'El honorable', eso puedo decir. Comedia total".

- ¿Qué ha sucedido con el documental sobre Hugo Chávez?
"En eso estoy súper amarrado, depende de la audiencia que me dé el Presidente Chávez, que se ha demorado harto. Estoy con pocas expectativas de que me la dé, pero si se da, voy y lo grabo. Estoy asociado con una productora francesa y ahí parto altiro, apenas me lo confirmen. Pero no lo veo fácil".

- ¿Es la idea seguir mezclando esta vida entre el cine y la política, o mejor esperar que este último ciclo termine para poder dedicarse más profundamente al primero?
"Yo no hago muchas distinciones entre lo uno y lo otro. Creo que producir contenidos así es parte de la posición que tengo de la política, que ha sido mi gran diferencia con Camilo Escalona. Él entiende la política como generación de debate y producción de contenidos mediante artículos y leyes. Y el cine es bastante eso también. Es producir contenidos y debates, eso es buen cine. Me parece que tengo mucho que mejorar en ambas cosas, pero yo no veo diferencia en la medida en que puedas vivir armoniosamente. A mi se me ha hecho muy difícil, porque creo que me tocó en lo particular una conducción del Partido Socialista muy autoritaria, que yo he denunciado varias veces. Eso es otro tema. Pero en términos de arte, es bien difícil. El guionista de 'Azul', 'Rojo" y 'Blanco" (Krzysztof Piesiewicz, de la trilogía de Krzysztof Kieslowski) era senador en Polonia. El cine es el arte de lo inexpresado, de mostrar las cosas no vistas, el lenguaje de lo no visto, y la política también. Yo creo que tienen muchísimo que ver. El problema es que el arte exige una capacidad de observación. Aquí si bien tienes un gran observatorio, estás en la acción también".