Esta imagen muestra la galaxia SDSS J110840.11 340552.2 antes (izquierda) y después (derecha) del evento de disrupción de una estrella por su agujero negro.
SDSS, D. Bersier, J. PrietoSANTIAGO.- Un equipo de astrónomos internacional, encabezado por expertos de la Universidad de Ohio State e integrado por profesionales de la Universidad Diego Portales y del Instituto Milenio de Astrofísica, presentó durante los últimos días una estrella sumamente peculiar, no por su forma o sus características, sino por haber sobrevivido a un peligroso agujero negro con solamente daños menores.
La investigación, que será publicada en la revista científica Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, tiene como protagonistas a un agujero negro de aproximadamente 4 millones de masas solares, ubicado en el centro de de la Vía Láctea y a una estrella, que sobrevivió a este evento, sólo perdiendo una pequeña parte de su masa, que según calculan corresponde a un milésimo de la masa del Sol (aproximadamente la masa de Júpiter).
Este descubrimiento fue realizado con telescopios de 15 centímetros de diámetro en Hawaii y como parte del proyecto ASAS-SN (All-Sky Automated Survey for SuperNovae) que está obteniendo imágenes de gran parte del cielo cada dos a cuatro días desde Estados Unidos y Chile.
"Lo que nosotros observamos no fue la estrella en sí misma, sino el efecto que produce este evento: un haz luminoso muy brillante en el centro de la galaxia proveniente del material que se está ‘comiendo’ el agujero negro supermasivo", explica José Luis Prieto, astrónomo del Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales y del Instituto Milenio de Astrofísica MAS, quien fue parte de la investigación.
En un principio los expertos pensaron que este evento luminoso era una explosión de supernova, pronto se dieron cuenta que este fenómeno no correspondía, pues presentaba características muy particulares.
"En enero pasado descubrimos que el brillo del centro de la galaxia SDSS J110840.11+340552.2 aumentó dramáticamente, por lo que hicimos un estudio detallado con distintos telescopios. Así, pudimos observar que la temperatura del evento transiente se mantuvo muy alta por más de tres meses, mientras que la temperatura de las supernovas generalmente disminuye en el mismo período. Además, el espectro era distinto al de explosiones de supernova", señala Prieto.
Uno de los aspectos más importantes del descubrimiento es que este evento ocurrió durante el primer año de funcionamiento del proyecto ASAS-SN y a sólo 650 millones de años luz, en el recién bautizado súper-cúmulo de estrellas Laniakea del cual la Vía Láctea es parte.
Para Krzysztof Stanek, profesor de Astronomía de la Universidad de Ohio State, haber encontrado este raro evento sugiere que los efectos de disrupción de estrellas por agujeros negros supermasivos son mucho más comunes de lo que los astrónomos piensan y haberlo observado tan cerca de casa da la posibilidad de estudiarlo en gran detalle.
"Se podría decir que tuvimos suerte al hacer esta observación, pero cuando tienes suerte cada cierto tiempo, es porque estás haciendo algo bien. Quizá la tasa de disrupción de estrellas por agujeros negros es realmente mayor de lo que la gente cree, lo que puede significar que veremos más de estos eventos en un futuro cercano", concluye.