¿Cuán importante es que se logre el "gran acuerdo nacional"?: Voces del mundo económico abordan el debate

Las calificaciones de riesgo de las diferentes agencias internacionales reflejan no solo riesgos financieros inmediatos, sino también riesgos crediticios -y con ello costos crediticios- derivados de conflictividad social, o incertidumbre política. Así, poder llegar a un acuerdo político-económico para enfrentar la pandemia de forma más unida, es relevante -también- para nuestra clasificación de riesgo a nivel internacional.

Desde un punto de vista financiero, pienso que el acuerdo será fiscalmente responsable cuando no solo defina un marco para el endeudamiento, sino cuando además agrega un compromiso explícito a nivel político, para facilitar mejoras pendientes acerca del gasto público existente - por ejemplo permitiendo reasignaciones desde programas gubernamentales poco eficientes, y reformas en materia transparencia fiscal. Porque, ¿qué sentido tendrá aumentar la deuda pública para financiar ineficiencias existentes? En este sentido, el acuerdo ojalá pudiera contener una mezcla balanceada de fuentes de financiamiento, entre reasignaciones (como compromiso de los partidos políticos), mayor deuda neta (como carga para futuras generaciones), y eventualmente también un aporte único desde sectores más acomodados (como aporte solidario). Poder llegar a un acuerdo en el cual los distintos sectores aporten será una señal importante de gobernabilidad para nuestra democracia.

Pensando además en las demandas sociales no resueltas a nivel estructural, espero que el acuerdo pueda abordar esas materias también, para que avancemos hacia una economía con más movilidad social y cuidado del medio ambiente.

Consideramos de la mayor importancia que el Gobierno y las distintas fuerzas políticas alcancen pronto un acuerdo político-económico para enfrentar las graves consecuencias, que ya se están evidenciado, dejará la pandemia en nuestro país.

Creo que estamos enfrentando una coyuntura muy compleja, no sólo desde el punto de vista sanitario, sino también del económico y social que afectará a miles de familias y, por ello, resulta urgente que todas las fuerzas políticas, sin excepción, estén a la altura de las circunstancias y dejen de lado sus legítimas diferencias en pos de un objetivo país, que es ir en ayuda de todas las personas y empresas, sin importar su tamaño, que serán afectadas profundamente con esta pandemia.

La actual contingencia nos impone desafíos sin precedentes y, como lo señalamos recientemente las ramas de la CPC, nos pone a prueba como sociedad. El diálogo franco, sincero y respetuoso de todas las partes debe ser fundamental. Nosotros como empresarios mineros estamos firmemente comprometidos en hacer nuestra contribución para que el país, una vez superada esta crisis sanitaria, pueda volver a retomar el camino del crecimiento y el desarrollo. Una vez que se despeje el horizonte, la minería, como históricamente lo ha hecho, jugará un rol clave en la recuperación económica de Chile, contribuyendo al PIB, generando exportaciones, empleo y aportando al financiamiento fiscal.

Espero que pronto tengamos un acuerdo fiscal para superar esta crisis. Éste puede pasar por revaluar la actual regla, ya que no está a la altura de los requerimientos de sostenibilidad fiscal que requiere Chile para los próximos años. Tenemos que pensar en una regla fiscal más orientada hacia la deuda que al déficit.

En cuanto al plan del Gobierno, lo más probable es que implique extender la ayuda a las personas y a las empresas durante todo el año. Espero también que incluya planes para impulsar y destrabar la inversión pública y privada a través de concesiones. Esa sería la herramienta más apropiada para asegurar una buena pendiente de recuperación cuando la pandemia este relativamente controlada en Chile.

Es impensado que cualquier solución frente a una de las crisis más grandes que hemos vivido en nuestra historia no se haga bajo otro alero que no sea un acuerdo nacional. Como gremio vemos tanto dolor y sufrimiento asociados a quiebras de empresas, sueños rotos, trabajadores sin salarios y entendemos que es imperativo que mujeres y hombres de acción se pongan de acuerdo rápido y resuelva a la brevedad esa urgencia dando soluciones. Por eso primeramente propusimos 12 medidas entre los gremios Asech, Multigremial Nacional y Conapyme, de apoyo a las Pymes y fuimos enfáticos en pedir que ellas debían ser realizadas en base a un acuerdo político, poniéndonos a disposición de la clase política para actuar como puente en ello.

Nuestra convicción en el marco de la alerta sanitaria por el Covid-19, es que esto se produce además en medio de una transformación histórica que estamos viviendo como país tras el 18-O. Cualquier solución que nazca hoy nos parece que debe ser dada en una instancia necesaria para cuestionarnos cuál sería la estrategia que usaríamos también en el mediano plazo para seguir avanzando con un país construido desde la justicia, la dignidad, los talentos, la innovación y las oportunidades.

Gobierno, políticos, gremios y ciudadanía, con distintas visiones y sin exclusión, deben participar de estas decisiones, entendiendo que la única manera que lograremos avanzar y aprovechar esta dolorosa pandemia para sembrar las bases de lo que seremos de acá en adelante, es en acuerdo.