Este sábado 6 de abril vuelve a cambiar la hora en Chile, para pasar nuevamente al horario de invierno. Vale recordar que la última modificación de horario fue en septiembre de 2023, cuando se adelantó para dar paso al formato actual. Cabe destacar que este cambio excluye a la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, territorio que se debe mantener en horario de verano permanentemente.
El ajuste en el reloj suele alterar las rutinas diarias de estudiantes y trabajadores. Para enfrentar mejor este periodo, desde la consultora IT Hunter compartieron varios consejos para conseguir una adecuada productividad en el trabajo, dado que esto podrá afectar el desempeño de los trabajadores, en especial, los primeros días.
Benjamín Toselli, presidente ejecutivo de IT Hunter, empresa líder en la búsqueda y selección de talentos tecnológicos, señala que, de acuerdo a algunos especialistas de la medicina, los efectos del cambio de hora pueden traducirse en un bajo rendimiento, somnolencia diurna y falta de concentración, entre otras consecuencias.
El reclutador compartió las siguientes recomendaciones con el objetivo de que los individuos mantengan un buen ritmo de trabajo, pese al nuevo horario:
Fijar metas claras y realistas: Establecer objetivos que sean claros y alcanzables para el día, semana o mes ayuda a la persona a tener foco en lo importante.
Priorizar las tareas: Hay que definir una lista con las tareas más relevantes y urgentes de hacer, para posteriormente abocarse a aquellas que no lo son tanto.
Cuidarse de las distracciones: Ya sean las notificaciones de las aplicaciones del teléfono o los avisos del correo electrónico del computador, así como cualquier ruido de la oficina que interrumpa el trabajo, se deben evitar para tener un rendimiento óptimo.
Emplear la técnica Pomodoro: Su objetivo es lograr una adecuada gestión del tiempo. Para ello, la persona debería trabajar en bloques cortos de tiempo, es decir, de unos 25 minutos para luego tomar una pausa corta de unos 5 minutos, y así sucesivamente. Lo anterior contribuye a no perder el foco en lo que se está haciendo y, a la vez, ayuda a no agotarse tan rápido.
Tomar descansos de manera regular: La idea es hacer pausas cortas en el trabajo con el fin de descansar la mente, estirar las piernas y recuperar fuerzas, para posteriormente volver a retomar las labores.
Tener un ambiente de trabajo saludable: Hay que preocuparse de que el espacio de trabajo sea cómodo, limpio y ordenado, con el fin de disminuir el estrés y elevar los niveles de concentración y productividad.
