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Las distintas caras de la "masificación" de la educación superior: Premio salarial, "inflación de títulos" y subocupación

En todo caso, un 17% de quienes pasó por la educación superior tiene salarios iguales o menores a quienes solo cuentan con estudios secundarios.

03 de Junio de 2024 | 08:02 | Por Pablo San Martín, Emol
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Las consecuencias de la expansión en la matrícula de la educación superior chilena durante las últimas décadas fueron abordadas por distintos especialistas la semana pasada en un seminario de Clapes UC.

¿Algunas de las conclusiones? Los egresados tienen mayores salarios pero una alta tasa de subocupación. Además, muchos de ellos habrían visto frustradas sus expectativas en torno al tipo de vida que tendrían las terminar los estudios.


Subocupación


Según expuso Carlos Williamson, investigador de Clapes UC y quien abrió el seminario, entre los egresados de la educación superior hay una alta tasa de subocupación (ocupación por debajo de las calificaciones).

"La subocupación de la educación superior el año 2010 estaca cerca de 400 mil y hoy día estamos cerca de un millón de subocupados. Y donde ha crecido fundamentalmente es en la educación universitaria completa. El año 2010 era un 4% y hoy día estamos en un 40%", explicó.

En esa línea, puntualizó que "del total de la subocupación, un 40%, al año 2022, corresponde a la subocupación universitaria. No existía el año 2010, y aparece con fuerza. Es efectivamente cierto que parte de la dificultad de este exceso de crecimiento, si lo vemos desde el punto de vista de la subocupación, aquí hay un antecedente válido a considerar".

En cualquier caso, Williamson reconoció que el de la subocupación es un fenómeno que se da en distintos países.

En relación a este punto, la académica de la UC, Loreto Cox, argumentó que es difícil saber si alguien está subocupado o no. "Es posible que detrás de ese porcentaje de subocupación haya muchas personas que tienen un trabajo y que están contentas", explicó.

Asimismo, indicó que "incluso dentro de estas personas que están subocupadas vemos que la razón de ingreso es súper alta; tiene un 75% más de ingreso".

En tanto, Pablo Ortúzar, investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), subrayó que "los subocupados, también a su vez, desplazan a personas que no tienen esos títulos. La inflación de títulos es la otra cara de la subocupación; que son los subocupados desplazando a personas que solamente tienen, por ejemplo, educación secundaria completa de ciertos puestos y áreas del mercado laboral".

"Premio salarial" para egresados


Entre quienes participaron del debate no hubo duda: el beneficio en términos económicos por estudiar en la educación superior sigue existiendo y siendo muy importante, aunque ha disminuido. De hecho, según expuso Williamson, el 83% de quienes pasan por la educación superior accede a un "premio salarial".

"Sin embargo -explicó- hay un 17%, son 700 mil ocupados, que ganan igual o menos que (los) con educación secundaria. Y que para ellos fue claramente un mal negocio. Y una parte importante de ellos está en los desertores".

"El problema -agregó- está concentrado en las mujeres. Eso ciertamente que es inquietante".

Quien también se explayó en relación al retorno salarial fue el ex ministro de Economía, Lucas Palacios. Al respecto, el actual rector de Inacap sostuvo que "en el largo plazo siempre es más rentable estudiar una carrera en la educación superior, que no hacerlo".

"En promedio -agregó- recién en el año 18, pasa a ser más rentable haber estudiado una carrera universitaria que una carrera técnico profesional, en un horizonte de 20 años".

Cox, en tanto, destacó que "si a uno le preocupa la desigualdad y quiere reducir la desigualdad, eso pasa porque el premio salarial a la educación superior no sea tan extraordinariamente alto como era en Chile hace algunos años".

"Sigue siendo muy alto, pero que venga cayendo es una noticia positiva desde el punto de vista de la desigualdad de ingresos", puntualizó.

Otro de los ex secretarios de Estado que estuvo presente fue el ex ministro de Educación, Harald Beyer. En su exposición, y también con respecto a los ingresos, el académico también destacó que "indudablemente uno dice 'parece conveniente seguir intentando la educación superior'".

"La educación superior tiene la capacidad de corregir las habilidades que el sistema escolar no es capaz de entregar. Pero esa corrección no es suficiente para poner a los estudiantes que ingresan a la educación superior a los niveles equivalentes a sus pares en otros lugares", agregó, haciendo referencia a las competencias de los estudiantes.


¿Frustración de las clases medias?


En su presentación, Ortúzar puso énfasis en la frustración que habría sufrido parte de los egresados universitarios al constatar que la promesa de mejorar su situación no se dio como lo habían previsto, tras cursar la educación superior.

"La defraudación de expectativas en los sectores de clase media que lograron acceder a la educación superior, y en particular a la universitaria, durante los últimos 15 años, ha sido suficiente el desajuste entre el premio salarial versus las expectativas de estatus, para acumular un potencial o un malestar que contribuyó y va a seguir contribuyendo importantemente a la crisis política y social que ha vivido el país", señaló.

"La gran promesa para las clases medias durante los años 90 y los 2000 era que, a través de la educación superior, uno iba a salir de la situación de precariedad estructural en la que viven las clases medias en Chile (...) Si es que esa expectativa no se realiza y no se realiza en un volumen lo suficientemente grande, lo que vamos a tener es un nivel de malestar importante", concluyó.
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