El debate en torno a la reforma previsional volvió a estancarse. Y es que no hay consenso en torno a a qué porcentaje de la cotización adicional debe ir a las cuentas individuales y cuánto a un fondo común o seguro de longevidad, para pagar pensiones actuales. En medio de lo que parece ser un camino sin salida, han comenzado a surgir algunas propuestas.
Una de ellas fue la del senador Francisco Chahuán (RN). Apunta, fundamentalmente, a una distribución de un 4% para las cuentas individuales y un 2% para el seguro de longevidad. Este último volvió a considerarse durante las últimas semanas, luego de no haber sido muy tomado en cuenta por los parlamentarios.
Su objetivo es otorgar recursos a aquellos jubilados que sobrepasen el umbral determinado por las tablas.
La de Chahuán, surge como una alternativa a la pugna sin fin que han llevado adelante el Gobierno y la oposición en torno al 6% de cotización adicional que se plantea. Por una parte, el Ejecutivo no quiere moverse de su idea de destinar 3% a ahorro individual y 3% a reparto, mientras que, en general, la oposición ha cerrado filas en destinar el 6% íntegro a capitalización indivial. Por lo que lo planteado por Chahuán asoma como una apertura al respecto.
Ahora bien, desde el oficialismo, puntualmente desde el Socialismo Democrático, algnos parlamentarios han puesto sobre la mesa su intención de ser flexibles si es que lo que se busca es avanzar con la reforma. Los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD) y Gastón Saavedra (PS) no miran con malos ojos un guarismo de 4% a capitalización individual y 2% a un fondo común.
Y hay más propuestas sobre la mesa. La economista de la Escuela de Gobierno de la UC, Andrea Repetto -escuchada por el Gobierno-, también ha ofrecido una visión al respecto, poniéndo un énfasis en un "componente temporal" para el fondo común y también en la importancia de que el 6% de cotización adicional incluya recursos para un fondo común, sin entregar un guarismo expecífico de preferencia.
Hoy, en una carta a El Mercurio, señaló que "un componente temporal del fondo común tendría por objeto suplir las bajas tasas de reemplazo de grupos medios de personas ya jubiliadas o próximas a hacerlo. La demografía (...) no es problema, pues se trata de un beneficio transitorio para una sola generación".
Repetto añadió, además, que "al mismo tiempo, un componente permanente de carácter intrageneracional repararía las inequidades que se producen cuando hombres y mujeres que han realizado el mismo esfuerzo de ahorro obtienen pensiones distintas. También fomentaría las cotizaciones y la formalidad entregando prestaciones solo a quienes contribuyen y distribuyendo beneficios adicionales a quienes tienen salarios más bajos".
Por último, recalcó que "destinar una parte relevante del 6% adicional a un fondo común supera alternativas como la expansión de la PGU y la creación de un seguro de longevidad porque, al focalizar y dar incentivos, atiende a los desafíos de pensiones actuales y futuras a un menor costo".
Una propuesta en busca de consensos es la que también hizo hace unas semanas el economista Bernardo Fontaine. Su idea es que la cotización adicional sea de un 4%, en lugar de 6%. Y que de ese porcentaje un punto porcentual se le preste al Estado para aumentar las pensiones de los actuales jubilados.
De esta manera, el porcentaje prestado al Estado sería devuelto al momento de tramitar la jubilación. En esa instancia la Tesorería General de la República determina cuánto vale el 1% prestado al Gobierno, con intereses. Así, la cifra se transfiere al fondo previsional de la persona y, junto a su ahorro total, determina su pensión.
Economistas: "Tasas de reemplazo en el futuro son más bajas que las actuales"
Uno de los problemas que suelen mencionar los economistas a la hora de discutir si se debe destinar parte de la cotización adicional a un fondo común es que las pensiones del futuro serían más bajas que las actuales.
Según explica Cecilia Cifuentes, directora ejecutiva Centro de Estudios Financieros ESE Business School de la Uandes, dice que no avanzaría en destinar puntos de cotización adicional a mejorar pensiones actuales, puesto que -justamente- "las tasas de reemplazo en el futuro son más bajas que las actuales".
"Con ese dato, no hay ninguna justificación para mejorar las pensiones actuales a costa de los futuros jubilados. Los propios estudios del Gobierno muestran que van a estar peor", asevera.
Mientras, Tomás Flores, economista de LyD, señala que "lo que traba el proyecto es lo mismo que ha trabado los proyectos anteriores (...) El conflicto no es nuevo. Es el mismo que vuelve a aparecer".
En relación a la propuesta de que un 2% de cotización vaya para financiar un seguro de longevidad, dice que "esos 2 puntos puede que no alcancen. Puede llegar a costar más de 2 puntos de la cotización".
En tanto, en relación a una cotización a un fondo común que sea transitoria, dice que "nunca se va a eliminar. Es como los impuestos transitorios. Las necesidades son infinitas, los recursos son limitados. Es una falsa promesa".