Gobierno brasileño sufre derrota en la justicia en caso irregularidades Petrobras

BRASILIA.- El gobierno de la Presidenta brasileña Dilma Rousseff sufrió una derrota en la Justicia, que determinó la creación de una comisión parlamentaria (CPI) que investigue en forma exclusiva las denuncias de irregularidades que pesan sobre el ente estatal Petrobras, tal como quería la oposición.

La ministra del Supremo Tribunal Federal (STF) Rosa Weber dictaminó en la noche del miércoles, en forma preliminar, que la CPI que será instalada en el Senado Nacional no investigue las denuncias de corrupción en otros organismos, las cuales involucran a opositores de la Presidenta, que buscará la reelección en las elecciones de octubre próximo.

Las denuncias contra Petrobras, en especial las irregularidades constatadas en el marco de la compra de la refinería de Pasadena, en Estados Unidos, golpean de lleno a Rousseff, quien en la época aprobó el negocio en su calidad de presidenta del consejo de administración de la petrolera.

Las sospechas surgieron a raíz de la compra, en 2006, de la mitad de las acciones de la refinería estadounidense por un valor de US$ 360 millones. Un año antes, en tanto, el grupo belga Astra Oil había adquirido el control de Pasadena por US$ 42,5 millones.

También se investiga la inclusión de una cláusula en el contrato que obligó a Petrobras a comprar en 2008 las acciones que pertenecían a Astra Oil y asumir el control total de la refinería, lo que elevó el gasto total a US$ 1.250 millones.

Rousseff, quien alegó que la aprobación del negocio se basó en un informe "con fallos técnicos" presentado por el entonces director del µrea Internacional de la petrolera, Néstor Cerveró, prometió investigar "con el máximo rigor" las denuncias.

Sospechas

Además de la compra de Pasadena, que causó millonarias pérdidas al Estado, las sospechas en torno a Petrobras aumentaron después del arresto de uno de sus ex directores, Paulo Roberto Costa, acusado de nexos con una red de lavado de dinero y evasión de divisas que habría movido unos US$ 4.250 millones en los últimos tres años.

La policía sospecha que Costa actuó junto al cambista Alberto Yousseff, con quien habría recaudado dinero de empresas para campañas políticas, en su abrumadora mayoría de oficialistas.

El gobierno pretendía que la CPI del Senado investigara, además de los negocios de Petrobras, las denuncias de fraude en el metro de Sao Paulo, las cuales involucran a correligionarios del candidato presidencial del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Aecio Neves, y también las sospechas de irregularidades en la refinería Abreu y Lima y el Puerto de Suape, en el estado de Pernambuco, que golpearían la imagen del candidato por el Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos.