Los alimentos experimentaron leves alzas durante el mes pasado en China.
AFP (archivo)BEIJING.- El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de China se incrementó 2,3% en junio respecto al año anterior, alcanzando un alza que se situó dentro de las expectativas del mercado.
Así lo confirmaron datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de la potencia asiática.
El guarismo se sitúa muy por debajo del máximo de 3,5% fijado para todo el año por el gobierno de Beijing, lo que le brinda un amplio margen de maniobra para relajar sus políticas monetarias.
En tanto, los precios al productor cayeron 1,1%, precisó el organismo.
Economistas esperaban que la inflación anual al consumidor se desacelerara levemente a un 2,4% desde el 2,5% registrado en mayo, y que los precios a puerta de fábrica bajaran 1% después de la caída de 1,4% ocurrida en mayo.
Los expertos ya habían augurado que la inflación se iba a ralentizar unas décimas en el sexto mes del año al percibirse una moderación en los precios del sector alimentario, que en meses pasados habían subido significativamente.
En una comparación mes a mes, los precios al consumidor cayeron 0,1%, frente a las expectativas del mercado de que no habría variaciones.
Alzas en precio de frutas
En junio, el ascenso interanual de precios de los alimentos, que representan la tercera parte de la cesta de la compra utilizada en el cálculo del IPC, fue de 3,7% frente al 4,1 % de mayo.
Comparando los precios del sexto mes con los del quinto, se detecta incluso una baja de 0,4%.
Las frutas fueron los alimentos que más subieron de precio el mes pasado: sus valores se incrementaron en 19,8% interanual. Más moderadas fueron las alzas de la carne y el ganado aviar (1,9 %).
El precio de la carne de cerdo, que durante muchos meses es el principal factor de ascenso o descenso del IPC por su importante papel en la dieta de los chinos, subió apenas 2,7% con respecto a junio de 2013.
Similares ascensos se registraron en cereales (3,2 %), vegetales (1,8 %) y pescados y mariscos (4 %), mientras que apenas hubo cambios en productos no alimentarios como tabaco, licores, transporte y telecomunicaciones.